Los comentarios en la fan page de promoción turística Amo Mar Azul son contundentes y al unísono piden la preservación del entorno agreste comprendido por el bosque y la playa más natural del partido.
Algunos amantes de la localidad directamente apuntan a que no avance el proyecto de Solanas Vacation Club que está proyectado en la manzana frente al mar entre las calles 36 y 37, parte de lo que fue el Camping Mar Azul.
“Que no construyan el Solanas, que no talen los arboles del viejo camping y que se vayan a hacer grandes negocios a otro lado y nos dejen este paraíso para los que lo amamos como es, único y natural”, sentencia Andy Hoss, una turista que vacaciona en Mar Azul hace 20 años.
Los turistas son claros, no quieren que el pueblo cambie por el avance de las construcciones y que se descuiden la flora y la fauna. “Que tengan en cuenta que quien va a Mar Azul disfruta de su fauna y flora, no prioricen el ingreso monetario por medio de grandes emprendimientos inmobiliarios”, pide María Soledad Osornio.
Casi como una súplica, “Karina Goutieres pide: “Adoro Mar azul por su esencia natural, no estoy en contra del progreso pero creo que ya es suficiente, no dejen que pierda el encanto de lo agreste, no permitan construcciones gigantescas”.
Saben lo que quieren y lo que quieren coincide con lo que pretenden muchos de los pobladores y propietarios no residentes. Por eso desde la fan page hay interés en reunir las opiniones y criterios para generar un documento de requerimiento a la Municipalidad de Villa Gesell en el que se refleje el pensamiento de la comunidad sobre su desarrollo, para que accione para preservar las características particulares de Mar Azul.
Habitantes y turistas también están en sintonía cuando transmiten qué es lo que los cautivó de Mar Azul y que les ofrece la localidad. Cris Albert dice: “A mi me encanta todo, su playa, la naturaleza, ahí encuentro paz”. Gomex Walter comenta: “Es paz, es increíble como me relaja vacacionar en Mar Azul, lo hago desde hace 12 años consecutivamente”
Lo que sienten es simple y claro, Noemí Torres lo define muy bien: “No tiene que perder la naturaleza, así como esta me encanta”.
En Mar Azul hay una sintonía muy especial entre lo que sienten sus visitantes y pobladores, el llamado de alerta está hecho y se espera la protección y control necesarios para que los enamorados de Mar Azul lo sigan encontrando la belleza y la paz a la que están bien acostumbrados.
