Aunque históricamente la rosca en nuestra ciudad (los años electorales) arranca fuerte una vez terminada la temporada, este año más de uno estuvo expectante a la posibilidad de que se desdoblen y se adelanten los comicios en la provincia y por ende en nuestro distrito. Eso hubiese provocado que más de uno tuviera que haber dejado la política en ojotas y ponerse a trabajar en el armado en forma acelerada. La semana que termina tuvo como noticia fuerte la confirmación -desde el gobierno de Vidal- que se no desdoblarán las elecciones, es decir, que se compartirá el calendario electoral con la nación: El 11 de agosto las Paso y el 27 de octubre las Generales.
De esta manera, el 22 junio vencerá el plazo para la presentación de las listas de precandidatos para las PASO ante la Junta Electoral Partidaria. Aunque realmente falta mucho camino por recorrer hasta ese momento, los dirigentes que tienen intención de participar en la contienda, ya comenzaron a diagramar sus estrategias de posicionamiento y, sobre todo, de construcción política.
Cada cual atiende su juego
Cada fuerza política a nivel local tiene su propia historia. Algunos descansan en la tranquilidad de tener garantizada su participación, mientras que otros hacen fuerza por conseguir el aval que los deposite en las PASO. En lo que coincidente todos es en las expectativas de los movimientos que se den “arriba”, en el armado tanto provincial como nacional. Al fin y al cabo, se trata de los lugares y los referentes con quienes se deberán encolumnar en el camino electoral.
Cambiemos
El no desdoblamiento a más de uno le trajo esperanzas. Es que, se pensaba que, si se adelantaban las elecciones –tal vez- esa fuerza política intentaría que no haya internas; lo que hubiese provocado que, las distintas líneas internas, debieran ponerse de acuerdo o solo se habilitaría una lista (dejando a algunos afuera). Al no separarse los comicios, se especula que se aprobarán las internas dentro de Cambiemos, ya que de esa forma todos (los participantes de las PASO) traccionarán votos hacia arriba, si la boleta se reparte (y se mete en el sobre) entera.
Hoy, dentro de Cambiemos Gesell, hay tres líneas que han expresado su intención de participar en la contienda electoral. Una de ellas es la que encabeza Luis Baldo. Candidato natural luego de haber sido el ganador de las elecciones del 2017 y por haber estado alineado 100x100 a las decisiones tomadas por el gobierno nacional y provincial. Otro sector que se prepara es el de Claudia Cima. Haber ganado la presidencia de la UCR el año pasado (en una interna contra el sector de Baldo) la posicionó como posible candidata. Representa a un espacio que ha mostrado sus diferencias con algunas políticas impulsadas por la coalición gobernante; como una posición dura desde adentro. Su pertenencia al radicalismo más crítico hace que no tengan total afinidad con los funcionarios y armadores seccionales y provinciales; pero, internamente, saben que hay autoridades de la UCR de la provincia que trabajaran para que tengan lista en las PASO, avalados por el acompañamiento conseguido por la mayoría de los afiliados al radicalismo geselino y por la estructura que han demostrado en las elecciones locales desde el 2009 al 2017 (donde consiguieron distintos resultados) pero que han sido siempre una opción sería dentro del cuarto oscuro. En Cambiemos también está el espacio de Hernan Luna. El joven concejal no se achica ante la posibilidad de competir por la intendencia. Desde Crear, adhiere a Cambiemos a nivel seccional y provincial. Su perfil político, es bien diferente a los otros dos sectores. Su estructura lo ha llevado a ganar en las PASO (en otro espacio político) de 2013 y 2017, llegando a las respectivas Generales donde cosechó los votos necesarios para entrar al Concejo Deliberante y posicionarse claramente como una alternativa seria y cada vez más madura.
También asoma un sector emergente. Es el de Alejandro Fresone. El quien fuera el primer precandidato a concejal de una de las listas internas de las Paso 2017, ha hecho meritos para diferenciarse del baldismo y del salismo. Aunque hoy no integra la conducción del radicalismo, si cuenta con el acompañamiento de jóvenes y pujantes militantes que ya han estrenado el traje de dirigentes y de candidatos del centenario partido a nivel local. Si no es con lista propia, el fresonismo participará en la integración de alguno de los armados; eso es una fija.
Aunque hoy parece muy lejano que entre las diferentes líneas internas de Cambiemos se firmen acuerdos que desemboquen en una unidad o lista única, mucho dependerá del lineamiento que se baje desde el armado provincial. Por ahora, nadie tiene garantizado nada de todo lo que pretenden.
Peronismo K
Barrera, por ahora, está tranquilo con relación al armado electoral. Fue uno de los intendentes que alzaron la voz en contra de un potencial desdoblamiento de las elecciones. Fue a pedido de la expresidenta de la nación, Cristina Fernandez. En nuestro distrito, no solo maneja el municipio, sino que también es el presidente del PJ. Desde que Baldo ganó las legislativas del 2017 ha hecho varios movimientos con el fin de unificar a todos los sectores peronistas de la ciudad. Mal no le ha ido. A fuerza de cargos políticos y billetera, ha conseguido inmunizar voces críticas a su gestión provenientes de líneas pejotistas. Sabe que tiene la lapicera, aunque también comprende que tendrá una ardua tarea en los próximos meses para seguir conteniendo a todos esos dirigentes que hoy lo apoyan, pero que también tienen ambiciones para las elecciones.
Aunque se especula mucho si el intendente irá por una reelección o si será candidato a legislador provincial por Unidad Ciudadana, es muy probable que la decisión final de Barrera se conozca bien sobre la fecha de cierre de listas. Sucede que, de darla a conocer con mucha anticipación -y la misma sea la de salir del distrito- habilitaría a una, inevitable, interna entre varios dirigentes que les gustaría ocupar su lugar, al margen de a quien bendiga el jefe comunal para que compita para ser su sucesor (el candidato del oficialismo).
Claro que en el peronismo K también importa (y mucho) que pase arriba. El armado nacional y provincial es clave. En primer lugar si Cristina Fernandez será candidata; pero también pueden provocar movimientos internos en nuestro distrito, otras candidaturas. Por ejemplo, si habrá uno o más candidatos a gobernador. Sucede que hoy, dentro del barrerismo (a nivel local) hay varios dirigentes con distintas visiones (sobre el armado provincial y nacional). Hay quienes apoyan al intendente, pero al mismo tiempo ya tienen su lineamiento con ciertos espacios internos de Unidad Ciudadana. Será clave saber en qué lugar se para Barrera dentro de la diversidad del peronismo K, para saber quiénes los acompañan, o, si alguien decide romper y generar una interna basada en los lineamientos de armados más grandes.
Peronismo no K
Ese espacio, a nivel nacional, está en plena gestación. Massa, Urtubey, Lavagna y otros son los principales referentes del peronismo que busca colarse en la disputa que hoy polariza la opinión publica entre el kirchnerismo y Cambiemos. A nivel local hay varios dirigentes que “encajan” en ese sector. Atilio Roncoroni, Miguel Cisneros, Sebastian Álvarez, Marcelo Vendramin, son algunos de los que han estado o están alejados del kirchnerismo o más cercanos a alguna alternativa a ello.
Es donde menos claro está el armado a nivel local. Las definiciones arriba acomodarán como será esa opción en Villa Gesell. Aunque Barrera ha intentado sumar a la gran mayoría de esos espacios, todos los nombrados están en condiciones de encarar una carrera electoral propia para este año.
Los margaritos y la Izquierda
El Gen siempre está. A nivel local, el principal armador es Marcelo Baños. Siempre pragmático, el sector identificado con Margarita Stolbvizer, espera saber cuál es el camino a tomar. En la última elección fueron en alianza con el massismo. La relación no terminó mal. Hoy ese socio está volcado en el armado peronista federal, pero no quita que esa fuerza política de sume a una potencial coalición más amplia. El Gen geselino siempre está dispuesto a participar y en 2019 parece que no será la excepción.
El Frente de Izquierda viene armando y participando en las elecciones locales hace casi 10 años en forma consecutiva. Durante 2018, esa fuerza política se ha expresado sobre varios temas en nuestra comunidad. Han hecho acciones y fijado postura. Su armado no es multitudinario, pero si consistente y sobre todo con fuertes ideales que lleva a sus integrantes a trabajar intensamente para la confección de lista y la cosecha de votos. De hecho han sorteado las PASO y se han convertido en una alternativa en elecciones generales de nuestra ciudad en más de una oportunidad. Con el contexto político nacional, es casi confirmado que la Izquierda tenga su voz bien en alto, y Gesell no será la excepción.
Factores externos
Aunque ante la opinión pública aparecen en segundo plano, no hay que perder de vista la posición que tomen varios sectores de nuestra comunidad. Sindicatos, cooperativas, sectores privados, poder económico concentrado, medios de comunicación; son algunos de los actores que también “jugaran” no solo en el armado, sino también en las campañas. Estos pueden levantar y/o hundir las aspiraciones de más de uno. Claro que todo eso depende de pura negociación. Las mismas son bien diferentes a las que se plantean entre los sectores políticos. Acá, más que lugares en las listas o promesas de cargos políticos en un potencial gabinete, se ponen en juego otros intereses que hasta pueden llegar a comprometer decisiones políticas de gestión.
El principio de un largo camino…
Todo está en juego. Nadie tiene la vaca atada. Entre diciembre y enero, las principales fuerzas políticas tuvieron acceso a los resultados de encuestas que midieron la imagen de más de un intencionado en ser candidato a intendente. Las distintas mediciones (las cuales MinutoG pudo verificar) no muestran un claro ganador, si las elecciones fueran hoy. Eso no dejó contento a ninguno. Tal vez, algunos se sintieron sorprendidos para bien y otros para mal. Pero, saben que hay una paridad reversible si implementan una buena estrategia. En eso están todos. Aunque no se note, los políticos geselinos ya están jugando a algo que les llevará varios meses y que el resultado final no dependerá de ellos, sino de la sociedad…como siempre.
