La nueva terminal de ómnibus comenzó a funcionar en medio de una situación polémica, por la falta de traslado de boleterías y ausencia de comercios que ofrezcan algún tipo de servicio, estando presentes una parada de taxis y la posibilidad de trasladarse en la línea de transporte de pasajeros local El Último Querandí.
Personal de tránsito de la Municipalidad -con apoyo de la policia- son los encargados de evitar que las empresas de ómnibus de larga distancia realicen ascensos y descensos en la vieja terminal de paseo 140 y avenida 4, estando únicamente permitida esta actividad para la terminal del acceso sur de Villa Gesell.
El reclamo de las empresas que venden pasajes y dan el servicio de encomiendas, se basa en que los lugares que deben ocupar en la nueva terminal están aún sin concluir, ya que la obra no está concluida.
Desde la municipalidad admitieron que habilitó el proyecto no está finalizado y otorgaron una habilitación precaria intimando al concesionario a que finalice los trabajos estipulados en el pliego de bases y condiciones.
La nueva terminal es de origen privado siendo propiedad de la empresa TEBA s.a., perteneciente a Néstor Otero, quien está imputado por dádivas al ex secretario nacional de transporte Jaime, quien está detenido por este hecho de corrupción.
Otero cuenta con la concesión de la terminal de Retiro y también la de Mar del Plata, además de la de Villa Gesell y otras tres en el país.