En el Hospital Municipal “Arturo Illia” de Villa Gesell, deberá afrontar la instancia de juicio oral por su presunta responsabilidad en la muerte de una paciente sometida a una cesárea en dicho nosocomio.
La Cámara Penal confirmó la resolución del Juez de Garantías Dr. Christian Gasquet que dispuesto la elevación a juicio, indicando el fallo sobre el caso materia de juzgamiento, que el 28 de junio de 2010 llegó a la guardia del Hospital de Villa Gesell una paciente con un proceso de gestación de 39 semanas, quien tenía dolores aparentes de parto y que fue atendida por un médico que cumplía funciones en el Area de Ginecología, quien dispuso intervenirla de urgencia practicándole una cesárea, naciendo una beba.
Durante el post operatorio la parturienta presentó pérdidas hemáticas que evolucionaron hacia a un shock hipovolémico severo, que sin perjuicio de la asistencia que se le brindó, desencadenó una falla multiorgánica y su posteriormente deceso en la madrugada del día siguiente.
La imputación al médico indica que actuó con “negligencia e impericia en la profesión”, al no haber agotado los medios de diagnóstico que hubieran permitido evaluar la gravedad del cuadro que padecía la paciente, y a partir de ello disponer las medidas necesarias de tratamiento que el diagnóstico requería. Que tampoco adoptó las medidas necesarias para llegar a dicho diagnóstico y derivarla a terapia intensiva dado la complejidad del caso, manteniéndola en una sala de guardia no acondicionada para el control permanente de la paciente que el cuadro ameritaba desde su inicio. Que ese actuar por parte del médico conllevó a un deterioro del estado de salud de la paciente, que causó su muerte unas horas después del ingreso al centro asistencial.
Según declaró la madre de la víctima, que en las horas posteriores a la cesárea la joven decía que le dolía mucho, que tenía las piernas dormidas -“transpiraba, tenía la piel de color gris” resaltó-, por lo que había sido medicada pero sin dársele mayor importancia a la situación. Que era tanto el dolor que tenía su hija “que ni las sábanas aguantaba en el cuerpo”, y que una enfermera viendo como se presentaba el cuadro había mandado llamar al médico que la había operado, quien después de revisarla dijo que su estado era grave, para más tarde decir que había fallecido.
Una persona que estaba internada en la misma habitación que la fallecida manifestó, que cerca de medianoche al cambiarle una enfermera el pañal a la joven había constatado que había hemorragia, que posteriormente se había presentado el médico, quien luego de revisarla había dicho “que estaba todo normal y que estaba todo bien, retirándose del lugar sin recomendar ningún tipo de atención especial”. Que recordaba que alrededor de las 2 de la madrugada la habían llevado, enterándose al otro día que había fallecido.
Durante la investigación prestaron declaración siete enfermeras y un enfermero, quienes manifestaron no recordar si ese día estaban de guardia y particularmente el caso de esta joven fallecida después de una cesárea. Sin embargo otra sí recordó el caso, dio detalles de quien era él medico que la había operado y precisó un detalle significativo, dijo que cuando se las había notificado que debían prestar declaración testimonial, la Jefa de Enfermería les había dicho que negaran todo, que dijeran “no me acuerdo… no me acuerdo…”, porque si no tendrían problemas.
En el caso resultó de vital importancia las conclusiones de la pericia médica realizada por los peritos Médicos Forenses con especialidad en Cirugía General, pertenecientes a la Asesoría Pericial Departamental La Plata, que entre otras cosas expresaron que el médico que había practicado la cesárea y ante el cuadro de la paciente, “debió implementar medidas terapéuticas inmediatas para evitar la evolución posterior”.
Luego del análisis particular de la investigación el Juez de Garantías Dr. Christian Gasquet rechazó el pedido de sobreseimiento del médico que había formulado el abogado particular que lo asiste, quien entonces apeló ante la Cámara Penal de Dolores esa resolución, considerando poco exacta la determinación de la autoría salvo la realización de la cesárea por parte de su representado.
Sin embargo para los Jueces Dres. Fernando Sotelo y Felipe Defelitto y luego de haber analizado la prueba obrante en el expediente, consideraron que la única forma de garantizar con plenitud los derechos del acusado y de la sociedad representada por el Ministerio Público Fiscal, y al mismo tiempo garantizar un pronunciamiento judicial consistente, era que la causa transite la etapa de juicio oral, ya que al medico se le “atribuye negligencia e impericia…, al haber omitido realizar actos que hubieron posibilitado evitar el resultado producido”. “Determinar si ello hubiere ocurrido o no, es lo que solo puede establecerse en el juicio” concluyeron.
Por ello resolvieron rechazar el recurso intentado por el Defensor y confirmar la elevación a juicio de la causa que se le sigue a este médico dolorense, a “fines de lograr una determinación definitiva en relación a su eventual participación en el delito de Homicidio culposo”que se le endilga.
Nota: omitimos consignar el nombre del profesional dado la forma en que realizó la Cámara la elevación a juicio, utilizando términos o construcciones gramaticales como “determinación definitiva”, “eventual participación”, “pudiere haber tenido”, que no son comunes su utilización en conjunto en una resolución de esta etapa procesal.
