Se fueron arrimando de apoco, tímidamente. A los chicos les llamaba la atención la modesta estructura montada. Cuando vieron que se animó el primero, llegaron los otros y no tardó en coparse. Un grupo practicó tiro, contra un red con agujeros. El otro, que venía del anterior, jugaban a embocar la pelota en el hoyo. Fue una atractiva iniciativa para que los pequeños se acerquen al deporte.