En el 99, el joven contador irrumpe el gabinete municipal, del por aquel entonces intendente Luis Baldo. La política no apareció de la nada en la vida de Casado, ya que su padre había sido concejal, en los tiempos que Villa Gesell y Pinamar eran parte del Partido de Madariaga. Claro, el viejo Casado, representaba a los intereses de los geselinos, al igual que lo haría Carlitos muchos años después.
Le tocó bailar con la más fea. Fue su bautismo político. Director de Hacienda, del municipio de Villa Gesell, en plena crisis del gobierno de De la Rua…en plena crisis del país. Pelearse con los proveedores era su labor diaria. Priorizar y economizar. Manejarse con los Lecop y Patacones. Un gran trabajo. No le habrá ido tan mal en esa crisis, porque en el 2003 encabezó la lista de concejales radicales que acompañaron la candidatura de Luis Baldo como intendente (en una nueva reelección). Y ganaron. Carlitos ocuparía una banca del oficialismo por los próximos cuatro años. Y no fue cualquier silla. La presidencia del HCD lo esperaba. Claro que lo que vendría no seria mucho mas fácil que lidiar con la crisis. Opositores bravos, como Erneta, Tavarone, entre otros, hicieron que Casado se fogearea durante varios periodos ordinarios. Fue el quien ordenó el cambio de edificio del HCD. Capaz, todo todo todo eso, hizo que varios hayan pensado (Tal vez hasta él mismo) que era el candidato natural a intendente para el 2007, reemplazando a un Baldo desgastado después de 3 mandatos. Pero algo lo impidió. Aun (muchos años después) no queda claro por que no fue él el hombre de la UCR. La elección se perdió, el contador pasó a ser “mandato cumplido” y volvió a su vida privada
En 2013 sonó en los mentideros políticos, pero nada más. En 2015 fue fija. Casado volvió a la política para acompañar a Jorge Martinez Salas. No ganaron las elecciones, pero si un lugar nuevamente en el deliberativo.
Después de casi dos años legislando, Casado demostró una plenitud política, en un contexto degastado. La presidencia del bloque de Cambiemos a partir de diciembre era de él y una potencial candidatura en el 2019 era algo que muchos (vaya a saber si él también) anhelaban.
No llegó. Pero pucha que hubiese sido, por lo menos, interesante verlo en ese rol.
En todo ese camino transitado, cosechó algunos amigos….pero sobre todo -algo que no es fácil y que mucho menos se compra- respeto de propios y adversarios; algo que hoy lo engalana como un señor de la política local. De esos que no sobran….. es más….escasean.