Temas bravos ocupan   las primeras planas de nuestros periódicos. Gesell sufre,

su gente  despierta cada día con algún hecho nuevo de inseguridad… Una tardecita fuimos sorprendidos con la desgraciada noticia del asesinato de una vecina. “La mataron frente a sus hijos”, decía la crónica periodística…  

Una vez más nuestra ciudad era sacudida por la barbarie; otra vez perdíamos un vecino

y aún sin conocerla todos sentíamos la pérdida; todos éramos dolientes.

Tras la emergencia en seguridad decretada en el mes de abril por el Gobernador, y luego de cambios en la cúpula policial local, este crimen nos encontró quizás con las defensas bajas, esperábamos buenas noticias y recibimos la peor…

Ya que salió el tema, yo me pregunto: era necesario decretar la “emergencia en seguridad”? Uno lee en los diarios que el Gobernador dice: “Desde que se decretó la emergencia se resolvieron 11.755 delitos” …  Y antes que? No se daban cuenta que la policía tenía que hacer procedimientos? Investigar? No es esa la función de la policía?

La verdad…. Yo cada vez entiendo menos…  ¿Tenemos instituciones que sólo trabajan

bajo presión?   Si no es así, porque sería necesario organizar marchas para reclamar justicia, caravanas hacia los juzgados, reuniones para plantear problemas. Porque es necesario que vivamos refregándoles por la cara nuestras necesidades a quienes deben ocuparse de que esta cosas no ocurran?   Después no falta el que dice, “pero no fueron todos los geselinos a la marcha”; si, es cierto, no fuimos todos; yo no fui. Y el hecho de “no haber ido” no me hace menos preocupada. No me hace menos geselina. Alguien puede pensar que a quienes no fueron no les importa? Porque  terminar juzgándonos entre nosotros y no apuntar directamente a los verdaderos responsables?  No soy tan idiota como para creer que esto pasa solo en Gesell; y comparto que todo es producto de una sociedad cada día más violenta, generada en carencias de algunos grupos….etc.,etc.,etc. pero pagamos impuestos para que se nos garanticen servicios, entre ellos “seguridad”.

La política a implementar por los que estén a cargo, ya es un problema de ellos; para esos están, forma parte de “su obligación”, nuestra seguridad es “su responsabilidad”.

Está bien que colaboremos denunciando si vemos algo raro, que seamos solidarios,

que nos ayudemos y cuidemos entre todos; pero no podemos dejar de trabajar en lo nuestro para convertirnos en policías y custodios de nuestros vecinos;  para ocuparnos de que la policía y la Justicia cumplan con sus obligaciones.

Nosotros somos las víctimas, los ladrones son los victimarios y la policía y la justicia deben estar a “nuestro” servicio. Ya va siendo hora que cada uno se haga cargo de lo que le toca, porque con esta política  de justificar lo injustificable vamos a terminar pidiéndole disculpas a los ladrones por no haber sabido proporcionarles una vida dichosa. Escuché decir que “los chicos no nacen ladrones, pero si nacen pobres” y que “la falta de oportunidades….” conozco muchos que nacieron pobres y no por eso son ladrones. Conozco muchos hijos de familias con problemas que decidieron no repetir la historia, que eligieron luchar y progresar.  De la pobreza no se sale con subsidios, planes ó justificando errores; de la pobreza se sale trabajando. Quizá sea mejor para algunos tenerlos  cautivos para poder utilizarlos?   Quien les habrá hecho creer que si vivimos un poco mejor, somos  el enemigo? Porque no se dejan de sembrar rencores y empiezan a pensar en las personas como “personas” y no como “votos”? 

Releo estas líneas y me digo, cuantos signos de preguntas! Y si, mis escritos están como yo, llenos de preguntas… 

Por otro lado, veo con beneplácito que algunas preguntas van obteniendo respuestas;

estos días  ha vuelto a ser  noticia  la auditoría de bomberos…y me viene a la memoria un cuento …Después de una  granizada que no había dejado nada en el campo, un paisano decía:  “Los del seguro, dicen que la pérdida fue del 100%, pero conociéndolos debe haber sido mayor”…. Y si, según dicen, parece ser que en el balance del 2013 faltan justificar ciento veinticinco mil pesos de gastos; como habrá sido el pozo que no lo pudieron tapar!   

Dijo el Dr. Roncoroni que si “la plata no aparece la van a tener que poner”; que “intimarán al responsable político”. Interpreto que se estaría refiriendo a José Cejas; el ex presidente de bomberos; y entiendo que de no hacerse cargo Cejas del faltante el reclamo sería para toda la comisión de ese período.  Ya veremos en que termina todo. A lo mejor aparecen “facturas perdidas” y termina todo en un acto de desagravio; porque como dicen “nadie está diciendo que robaron”; por ahora “faltan”, pueden aparecer… 

Dijeron que la entidad tenía  “un manejo contable desprolijo”, que ellos pensaron que faltaba más dinero y que una vez “ordenado” resultó esa suma. 

A mi ver,  esta auditoría que deja al descubierto “el faltante” es otro resultado más de la partida del gran gestionador; esto, como muchas cosas  que veremos salir a la luz con el tiempo serán sin duda el fin de una época; como he dicho y escrito tantas veces, cuando se terminan los amigos salvadores, se termina la impunidad.

Tristemente, si la plata no aparece se habrá defraudado no tan solo a una Institución; sino a toda una comunidad y lo peor de todo es que  si Cejas no aclara este tema habrá defraudado a un grupo maravilloso de hombres y mujeres que hace unos años le manifestaron un apoyo incondicional; un grupo de hombres y mujeres que a diario se la juegan por todos nosotros y que no merecen de nuestra parte más que agradecimiento.

Si de todos estos “manejos desprolijos” termina surgiendo “una malversación de fondos”, sería bueno que quien estuvo para hacerse cargo de las loas y aplausos en su momento, estuviera ahora para hacerse cargo de sus errores. O terminarán pagando los que denunciaron? Los que quedaron para lucharla, a lo mejor solamente culpables de no haber sabido frenar las cosas a tiempo. Otra vez estaríamos confundiendo las víctimas con el victimario?

Fijénse Uds., como las dos cosas que he comentado hoy; a pesar de ser cosas tan diferentes y distantes en su gravedad ,( aunque ambas son delitos); la primera una cosa tan atroz como lo es el crimen de una madre delante de sus hijos y la segunda un manejo descontrolado de fondos en  una institución de bien público, terminan en un mismo reclamo: que los responsables se hagan cargo.

 Lo que pasa es que la responsabilidad nos hace dueños de nuestros actos y  nadie quiere ser dueño de un desastre. Es fácil estar en los aplausos, hay que saber quedarse para el abucheo. Nosotros seguramente tendremos que hacernos cargos como sociedad de algunas culpas, pero no somos los responsables de todo lo malo.  Mal que les pese a los reclamados, cada uno deberá ir …haciéndose cargo.