En el bar de una ciudad se reencuentra una ex pareja luego de muchos años. Allí se mofan de su tragicómica historia, y se ponen a prueba sus sentimientos nuevamente. Por momentos parecen estar inmersos en un juego que solo ellos conocen. Los fragmentos reconstruirán la historia que ambos destruyeron, pero no olvidaron. El final es el ahora, y el pasado toda la serie de motivos que lo generaron.
Algo de estos diálogos y silencios se vislumbran en este drama ficcional dirigido y actuado por Agustina Toia, inspirado en la Nouvelle Vague, y es como una poesía larga, en movimiento: es el fragmento de una historia, de una vida en algún lugar, en un momento.
Con los protagónicos de la propia Toia y Nicolás Valentini, participaron nada menos que la actriz Cristina Banegas que realizó las voces en off, el músico compositor Gonzalo Aloras quien cedió los derechos para utilizar su canción Tres como canción promocional de la película.
Inspirada en el cine de la Nouvelle Vague, la Rive Gauche y el cine francés de los años ’70, estéticamente en las pinturas de Edward Hopper y en la serie Nadie Olvida Nada del artista plástico argentino Guillermo Kuitca, quien cedió los derechos de esa obra para que aparezcan en la película.
Toia contó en diálogo con Mirador que la película narra el reencuentro “y en los reproches se devela que a pesar de la distancia en tiempo y espacio no han logrado olvidarse, y sus mundos han quedado contaminados uno del otro. Ninguno de los dos parecen poder vivir de la misma manera luego de la separación. Los fragmentos reconstruirán la historia que ellos destruyeron, pero no olvidaron”.
Con escenarios despojados que emulan el vacío que habitan los personajes, Toia precisó que por eso se decidió por el recurso del blanco y negro, “ayudando a reforzar así la idea de atemporalidad y anacronicidad”. “La Nouvelle Vague tiene ese juego poético y creativo del encuentro y el desencuentro de los personajes, la forma fragmentada de narración, con saltos en el tiempo, cortes, los bares y las ventanas”.
Lo fragmentado está dado en el texto original, el cuento Cliché en 35 mm de Fernando Sdrigotti en su libro Tríptico (Editorial Dunken), donde narra la historia a través de una variedad enorme de recursos de ruptura, utilizando la repetición, la metáfora, la participación de la música como un lenguaje más, la aparición de los mismos objetos que mutan para narrar cosas diferentes.
Sdrigotti es un escritor rosarino radicado desde hace muchos años en Londres. Sobre el origen de esta película recordó: “Habíamos compartido y vivido cosas hermosas y fuertes en Europa. Fernando luego de ver Mandala, mi película anterior que había filmado en París, me propuso filmar este cuento, que estaba ya escrito a modo de guión cinematográfico. Con Kashimà en el 2016 trabajábamos mucho: habíamos estrenado una nueva obra de teatro, estábamos estrenando la película de Leer para creer (ver recuadro) y decidimos hacer esta nueva película, que sería la primera película de la productora para el público adulto”.
Hay en todo el libro de Sdrigotti una idea vinculada al número tres. “Si bien Fragmento es una adaptación de uno de sus cuentos Cliché en 35 mm, en la película mantenemos esta cifra: los personajes son dos, pero hay un tercero en discordia, los escenarios también evocarán este número: el Bar / un desierto / la cámara frigorífica. En el bar, es el lugar donde se encuentra la pareja y transcurren los diálogos: es el lugar del presente. El desierto y la cámara frigorífica aparecerán como escenarios de los fragmentos, imágenes que irán acompañadas de música, voces en off o silencios. El desierto como metáfora del verano y la personalidad de Agustina y la cámara frigorífica, espacio blanco y amplia como metáfora del invierno, territorio de Nicolás, lugar frío y solitario”, compartió Toia.
En ese momento la actriz y dramaturga había regresado de Europa después de muchos años, y simpatizó con esta historia a partir de una separación. “El texto es socarrón, simple y profundo. Juega con el deseo, con el sueño. Veníamos trabajando con Kashimà mucho, estrenando obras y películas. Enseguida se sumó al proyecto Nicolás Valentini y de a poco todo el equipo, entre ellos el músico rosarino que también vive entre Rosario y Europa, Sebastián de la Vallina, quien estuvo a cargo de la banda sonora de toda la película, que grabamos junto a Ariel Migliorelli en Corcovado Estudio, y la canción del músico rosarino Gonzalo Aloras, y con la participación especial de Cristina Banegas, mi maestra a quien quiero mucho e invité a participar con su voz”.
Una historia entre orillas de río y de mar
La película se filmó entre Rosario y Villa Gesel, entre el 2017 y el 2018. Y sobre esto recordó: “Tuvimos que viajar en búsqueda del desierto y el mar. Fue un fin de semana que partimos con todo el equipo para Mar de las Pampas. Amanecíamos a las cinco de la mañana para aprovechar la luz del alba y el día, la marea alta y el sol. Fue una producción muy grande a la que se sumaron además muchas empresas e instituciones argentinas apoyando el proyecto entre ellas: Pasticcino, Hielos Laprida, Individuales, Fragata, la Municipalidad de Villa Gesell, la Municipalidad de Rosario, el senado del departamento Iriondo, la casa del senado del departamento Belgrano. Los otros escenarios fueron varios bares de la ciudad (El Riel, Aserradero) y el Museo Castagnino”.
La película fue seleccionada en el Porto Femme Film Festival 2021 de Portugal y en el 17 Festival Transterritorial de Cine Underground 2021 de Argentina. Y su directora y protagonista adelantó: “Seguiremos participando de festivales y giras INCAA por diferentes salas del país”.
Ficha técnica
Dirección y adaptación de guión: Agustina Toia
Guión: Fernando Sdrigotti
Asistente de dirección: Horacio Correas
Actuación: Nicolás Valentini - Agustina Toia
Voz en off: Cristina Banegas
Producción: Laura Wulfson - Agustina Toia
Asistencia de producción: Fernanda Villa
Director de fotografía: Pablo Grassi
Gaffer: Cristian Pérez
Cámara: Pane Marucco - Pablo Grassi
Arte: Lucía Musso
Sonido directo: Tomás Román
Postproduccion de sonido: Ernesto Figge
Diseño sonoro: Ariel Migliorelli
Montaje: Agustina Toia
Montaje croma: Nacho Rosello - Juan Manuel Duran
Postproducción de imagen: Marcos Garfagnoli
Música original: Sebastián de la Vallina
Canción: Gonzalo Aloras
Bocetos: Carla Llobeta
Foto fija: Luis Vignoli Blotta
Registro fílmico / backstage: Antonella Seno
Vestuario: Julia Trecu - Julia Rovere
Maquillaje: Eugenia Santamaria
Pintura: Guillermo Kuitka
