Milena pasó su infancia, adolescencia en Alta Gracia. Luego se vino a Villa Gesell, pero desde hace dos meses su hogar está en Isquia, una isla paradisíaca ubicada en la bahía de Nápoles, Italia.
Con apenas una valija y muchos sueños, decidió cambiar el rumbo de su vida y comenzar una aventura que, aunque aún está en sus primeros capítulos, ya está marcada por el crecimiento personal, la adaptación y las ganas de seguir explorando.
Antes de emprender este viaje, trabajaba como docente de nivel primario en una escuela de Mar Azul, en el partido de Villa Gesell. “Amo mi profesión”, afirmó con convicción.
Sin embargo, ejercer como maestra en Italia no es tan simple: se requiere homologación de títulos, trámites burocráticos y mucha paciencia.
Por eso, mientras tanto, volvió a una ocupación que conocía bien: la de camarera. “Como solía trabajar en las temporadas de verano en Gesell, ahora estoy haciendo lo mismo acá”, explica.
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