Las tareas de resguardo son clave, ya que muchas de las elefantas se encuentran en pleno proceso de cría, mientras que otras están a la espera. Para ello, se delimita un perímetro para su resguardo y se trabaja con distintas herramientas de difusión y concientización para su cuidado.
Los voluntarios, coordinados por la Dirección de Zoonosis, trabajan para monitorear a los elefantes marinos y asegurar que tanto los recién nacidos como los animales en gestación estén a salvo en nuestras playas. El esfuerzo conjunto de la comunidad es vital para garantizar el bienestar de esta especie.
Aldana, una de las voluntarias, destacó que es fundamental respetar el perímetro marcado, no alimentar a los animales, no mojarlos y evitar acercarse, especialmente con mascotas. Asimismo, otro voluntario convocó a las personas interesadas a sumarse a esta iniciativa para preservar la fauna marina.
Cualquier persona interesada en participar puede comunicarse al número 103 o directamente con la Dirección de Zoonosis al 47-8066.