La noticia, que es celebrada por el agronegocio y distintos sectores politicos, podría transformarse en un desastre de proporciones inimaginables. Similar a lo que fue la incorporación de la soja trasgénica que convirtió el campo en un experimento a cielo abierto donde se arroja más de venenos que hace 25 años y la deforestación de bosques para una producción agrícola más intensiva,Proteccionistas se manifestaron contra el posible acuerdo comercial que podrían cerrar los gobiernos de Argentina y China para instalar en el país granjas de producción de cerdo que provean al gigante asiático con 900 mil toneladas de carne en cuatro años.
Los activistas circularon por las calles centricas para visibilizar el reclamo. La carne porcina es la más consumida a nivel mundial y en China. Nuestro país emerge como un actor fundamental para la provisión de este tipo de carne. La producción presenta un gran cambio por la cantidad de cerdos que serán explotados y por los millones de toneladas de maíz y soja que se necesitan para alimentarlos.