la "defensa en bloque" se rompió después de que en marzo de este año la Cámara de Casación bonaerense ratificara las condenas con una única modificación: descartó la calificación de alevosía, pero mantuvo el agravante del "concurso premeditado de dos o más personas". Este fue el segundo revés judicial para el grupo y logró agrietarlos al punto que dos de ellos tardaron días en cambiar sus defensas.
El primero en hacerlo fue Thomsen, quien presentó sólo un mes más tarde a su nuevo abogado, Francisco Onetto. Luego lo hizo Benicelli, cuya defensa hoy está en manos de Carlos Attías. Ambos apelaron el fallo de Casación al igual que Tomei, quien sigue defendiendo a los Pertossi, Cinalli y Viollaz. El segundo revés judicial logró quebrar tanto a los condenados, como a sus padres. Y es que, a diferencia de la expectativa que tenían antes del juicio en Dolores, ahora les quedan sólo dos instancias más antes de que las condenas queden firmes: la Corte Suprema bonaerense y la de la Nación.
Sobre ellos pesa no sólo la condena judicial, sino también la social; tan cuestionada por este medio. Los abogados, los padres y los condenados lo saben: las reglas del juego ahora cambiaron y, con el agua sobre el cuello, accedieron de a poco a dar la "batalla mediática". Un inobjetable derecho, en especial teniendo en cuenta los ataques sistemáticos a los que fueron sometidos desde aquel sábado 18 de enero del 2020 en el que el país se entero vio por primera vez los videos de la salvaje golpiza.
El primero en "tantear las aguas" fue Thomsen. Primero, trascendió que estaba en negociaciones con Telefe para brindar su testimonio e intentar mejorar su imagen pública. Pero la negativa del canal a negociar dinero a cambio de la entrevista lo hizo escuchar otras ofertas, que llegaron de la mano de TN y el Grupo Clarín. Las mismas que recibió Benicelli, cuyo abogado ya presentó el pedido de autorización para poder llevar adelante un mano a mano con el periodista Rolando Barbano.
La entrevista tendrá lugar en la alcaidía de Melchor Romero, el mismo lugar en el que cumple condena el resto de sus amigos. Según pudo saber este medio, el pedido ya fue autorizado; resta sólo saber cuándo se grabará, qué dirá en el mano a mano el condenado y el impacto que tendrá en el resto del grupo. ¿Qué impacto social tendrá? "Lo único que puedo decir es que ni Silvino, ni Graciela jamás cobraron, ni se les ocurriría cobrar por contar su verdad", disparó Fernando Burlando, abogado de la familia de la víctima.