“No los veo arrepentidos de lo que hicieron”, insistió Silvino Báez Sosa ante la prensa a la salida de la Sala II del Tribunal de Casación Penal de La Plata. Hasta allí llegó junto a su mujer, Graciela, y sus abogados para participar de la primera audiencia en la que las partes plantearon los recursos de apelación presentados tras el fallo.
“Tuve que aguantarme cómo mataban a mi hijo y ahora también que la justicia actué. Lleve el tiempo que lleve, queremos justicia verdadera. Que Dios me dé salud y fuerzas para seguir”, afirmó Silvino, expectante con que el fallo de Casación condene a todos por igual.
Si bien dijo que la decisión de los magistrados del tribunal podría ser recién “a fin de año” y todavía no hay fecha para una nueva audiencia, Silvino se mostró conforme con el desempeño de la justicia. “Tengo mucha confianza en los jueces”, enfatizó.
Consultado acerca de qué pasó en el interior del tribunal, contó que Máximo Thomsen, quien le pegó la patada mortal a Fernando, le pidió a la justicia que revea los allanamientos realizados en Villa Gesell. “Thomsen hablaba como si fuera inocente. Trata de zafar de esto, pero están en un lugar muy complicado”, remarcó.