El mundo marginal tiene sus reglas y sus códigos. Y los inconvenientes entre los que viven apartados de la ley, se resuelve con ajustes de cuentas.
Hoy, un delincuente, llegó a la casa de un segundo malandra y comenzaron a discutir, donde uno le prendió fuego la moto al otro, la cual era robada. La discusión fue subiendo de tono, al punto que ambos esgrimieron armadas de fuego y se dispararon. Los dos cacos resultaron heridos y tuvieron que ser hospitalizados, aunque sus vidas no corren peligro.
Por su parte, de la moto se tuvieron que encargar los bomberos.
Detrás de este hecho, hay disputas familiares, aprehensiones y liberaciones y ajustes de cuentas. Es probable que ambos sujetos que hoy se balearon, en pocas horas reciban el alta y la libertad. Lo que nada garantiza, que no se vuelvan a cruzar o -lo que es peor- que se repita una escenario similar.