Un llamado en la madrugada alertó a una familia geselina. La voz de una mujer llorando, diciendo que la tenían secuestrada fue el despertar en una vivienda de la zona norte de nuestra ciudad.
Los delincuentes le informaron a la mujer que atendió el teléfono, que tenían secuestrada a su hija. Muy hábilmente la vecina, que estaba con otro de sus hijos, alertaron por el grupo de WhatsApp de emergencias sobre el hecho.
Personal policial y de la secretaria de seguridad fueron comisionados a la casa de la hija de esta vecina, donde se verificó que la joven estaba bien. Se encontraba durmiendo y desconocía la situación.
Los delincuentes que llamaron al telefono de línea, le exigían a la mujer, 50 mil dólares para liberar a su hija. Mientra la vecina mantenía la conversación, donde señalaba que no poseía ese dinero, los malvivientes le preguntaron si era Andrea Garcia, una supuesta empresaria. Al responder que no era la persona que ellos buscaban, dieron por finalizada la comunicación.
Al parecer se equivocaron de número de teléfono, pero hicieron que una familia viviera los peores momentos a través de lo que generalmente se denomina secuestro virtual.
Son hechos que se inician a partir de una llamada telefónica en la que se simula el secuestro de un familiar o conocido de la persona que atiende el teléfono, con la finalidad de forzar la entrega de dinero u otros objetos de valor como “rescate”.
Se recomienda hacer lo que hizo esta familia, dar aviso a la policía y por otro medio contactar a la supuesta persona secuestrada. Los malvivientes aprovechan la desesperación de la víctima para sacarle dinero.