Luego de un día largo de playa, el dueño de un céntrico balneario llegó a su casa entre las nueve y nueve y media, en el barrio Los Troncos. En el momento exacto en que abrio la puerta, los ladrones lo esperaron para entrar con él a su domicilio y reducirlo a los golpes.
Todo parece indicar un asalto premeditado, el botín fue una suma millonaria producto de la recaudación de su comercio.