Los diez rugbiers acusados de matar de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell pasaron su primera noche en la cárcel de Dolores, todos juntos en una misma celda, sin privilegios y "con temor". Esta tarde serán visitados por sus padres por primera vez, en un horario de visita especial.
Los imputados fueron alojados en la alcaidía del complejo, cerca de los reclusos "evangélicos", que son los de mejor conducta, pero no tendrán contacto con la población carcelaria para resguardar su integridad y para que puedan llegar en buenas condiciones físicas al juicio. Esto, aclararon fuentes penitenciarias, no se trata de un beneficio: es el mismo tratamiento que se le da a cualquier interno que ingrese sin prisión preventiva.
A pesar del aislamiento, las condiciones ya no son las mismas que los rugbiers tenían cuando estaban detenidos en las comisarías de Gesell y Pinamar. Para algunos de ellos, el cambio se hizo sentir. "Tenían pánico de ingresar y no recordaban datos básicos", comentó una periodista local.
Llamativamente, Máximo Thomsen, el más complicado por el crimen de Fernando, "no era el más nervioso", afirmó Insaurralde. Durante estas primeras horas en la alcaidía, por momentos también se escucharon risas y esta mañana minutos antes de las 8 todo el grupo ya había desayunado con mate y café.
Los rugbiers están ahora controlados las 24 horas. Para esto, reforzaron la seguridad y al menos 30 empleados vigilan a los deportistas por ejemplo para evitar que alguno atente contra su vida. Según trascendió a los medios, desde el Servicio Penitenciario se les ofreció contención psicológica, pero ninguno de ellos aceptó recibirla todavía.
Este mediodía está previsto que los imputados tomen contacto con su abogado, Hugo Tomei, y por la tarde, por primera vez, recibirán la visita de sus padres.
Como continua la causa
Con las ruedas de reconocimientos ya realizadas y en las cuales los testigos reconocieron a 9 de los 10 deportistas acusados, la causa avanza en la recolección de pruebas más allá de los testimonios. A los videos que circularon a través de redes sociales y los registrados por las cámaras de seguridad en las inmediaciones del lugar del hecho, se le suman los peritajes de los teléfonos y de rastros.
El análisis de los celulares secuestrados está a cargo de la División de Operaciones Técnicas de la Agencia Regional de la Policía Federal Argentina, con sede en la Escollera Norte de la ciudad de Mar del Plata, a pedido de la jefa de la Unidad Funcional de Instrucción 6 (UFI 6) de Gesell, Verónica Zamboni, quien tiene a su cargo la investigación del homicidio ocurrido el 18 de enero último frente al boliche "Le Brique".
Los aparatos móviles de los 10 rugbiers aportarán más de 4 terabytes de información y se espera que se obtengan precisiones sobre la participación y el rol de cada uno de los imputados. Los peritos recibieron seis teléfonos Iphone, dos Huawei y un Motorola, que fueron secuestrados durante el allanamiento que se realizó pocas horas después del crimen, en la vivienda que alquilaban en la ciudad balnearia.
La fiscal Zamboni y un equipo de analistas de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) gesellina intentarán obtener imágenes, conversaciones o elementos que puedan precisar el grado de intervención o no de cada uno de los rugbiers imputados por el asesinato.
En cuanto a los peritajes de rastros, se busca determinar si las manchas halladas en la ropa y las zapatillas secuestradas son de sangre. Se estima que los resultados podrían estar este viernes.