La presión política y social para que Tandil, ante la baja de los casos activos de coronavirus, regrese a Fase 3 luego de cinco semanas consecutivas de restricciones siguió sumando voces ayer. El vicepresidente del Sistema Integrado de Salud, Matías Tringler, consideró que “no creo que esto resista más que la semana próxima” y reflejó una “contradicción” en el informe del Ministerio de Salud que reveló los indicadores epidemiológicos de los distritos bonaerenses al determinar las fases.
En igual sentido, analizó que Tandil comenzó junio con más de mil casos cada cien mil habitantes y en este momento está por debajo de los 635 casos cada cien mil habitantes. “Ha bajado considerablemente las tasa de incidencia y la razón que nos coloca para Provincia en un riesgo bajo, ese índice que da 0,63, actualizado al día de hoy, y se considera riesgo bajo por debajo del 0,85”.
Los argumentos
El vicepresidente del SISP explicó que “la diferencia con el conurbano tiene que ver más que nada con la tasa de incidencia y entendemos que no debe ser la razón por la que continuamos en Fase 2”.
Agregó que el decreto nacional “habla de un riesgo epidemiológico de un semáforo, verde, amarillo y rojo, diseñado como siempre, para las grandes ciudades, las grandes aglomeraciones de personas, de población, y a ellos les da que tener una incidencia menor a 500 está bien, lo ven como con pocos casos, y la realidad es que cuando vos tenés gran accesibilidad al testeo en poblaciones que no son de millones de habitantes, es lógico que la tasa dé un poco más alta aunque la situación epidemiológica sea mejor”.
En esa línea, sostuvo que “una ciudad de 140 mil habitantes con 600 casos activos es una ciudad que, a nuestro entender, no está en un riesgo epidemiológico elevado como para estar en Fase 2”.
Números que no cierran
Como otro fundamento, marcó que “hay una contradicción en el último informe que eleva Provincia, que es de acceso público. Las dos variables que miran para establecer el riesgo epidemiológico, que son la incidencia de casos y la razón, nos da en las dos variables mejor que Villa Gesell que está en Fase 3”.
Y cuestionó que “la verdad es que no se entiende bien”, aunque infirió que “pueden argumentar la cuestión de falta de camas. Hoy tenemos, bajó un poquito, pero lo importante es que no hemos derivado. Desde aquellas tres derivaciones del mes pasado, no hemos tenido que derivar pacientes, con lo cual la ocupación de camas tampoco sería una variable a tener tan en cuenta para mantenernos en esta fase”.
Tras aclarar que “esta es mi opinión personal”, manifestó que “de última, la Fase 2 versus la Fase 3, además de lo comercial, que es angustiante para muchas personas, tiene la escolaridad. Y si tenemos que hacer el sacrificio de cada 15 días o una vez por mes derivar a una o dos personas para que los chicos de toda una ciudad entera puedan ir a la escuela, me parece que se podrían charlar también los costos beneficios de eso”.
Desde su perspectiva, expresó que “yo no estoy de acuerdo en que se utilice la incidencia dividiendo por millones de habitantes con una accesibilidad al testeo mucho menor que lo que hay en el interior, sin hablar de Tandil, hablo del interior. La gente en ciudades intermedias o chicas, cuando se quiere testear, se levanta, va y se testea”.
Como contrapartida, manifestó que las autoridades provinciales “tienen que ver que en el conurbano bonaerense no es tan fácil. De hecho hay gente que se va a Capital a testearse y demás, y cuando tenés baja accesibilidad al testeo y encima tenés millones de habitantes para dividir; dicho en criollo, si yo diagnostico poco y divido por millones de habitantes, la tasa me va a dar baja”.
Pidió responsabilidad y mantener los cuidados
Consultado sobre las preocupaciones tras la baja de los casos, en primer lugar deseó que no entre al país la cepa de la India que “nos puede complicar, incluso por este escape que tiene al sistema inmunológico y a la vacunación, aparentemente”.
En segundo lugar, mencionó que lo inquieta que “la gente se relaje demasiado, que por ahí pierda esa sensación de estar todavía complicados”, como ha ocurrido “siempre que han mejorado los números”. En ese sentido, hizo referencia al fin de semana próximo, con el festejo del Día del Padre, pero también a que “pronto estaremos en Fase 3 seguramente, no creo que esto resista más que la próxima semana”.
En ese aspecto, llamó a que “seamos muy responsables. No con miedo, no con lo negativo de la pandemia, pero sí sabiendo que si mantenemos los cuidados y mientras avanza la vacunación, que es algo fundamental, podamos ver ojalá, que esta sea la última ola por lo menos tan importante de la pandemia en la ciudad”.
Testearán a asintomáticos desde la próxima semana
Por otra parte, Marías Tringler anticipó que ante la baja de los contagios, avanzarán con una estrategia de testeos a pacientes asintomáticos. La acción se pondrá en marcha desde la semana entrante, cuando estará en pleno funcionamiento el laboratorio de biología molecular montado en el Hospital de Niños a partir de la donación del ciclador, lo que permitirá hacer pruebas de PCR que pueden detectar Covid aunque no aparezcan síntomas de la patología.
“También vamos a utilizar los neokits, que son los que tiene la Provincia para utilizar en testeos PCR pero sin ciclador”, adelantó y agregó que “es la idea, ahora que empiezan a bajar los casos y que la positividad ha bajado, de un 40 ó 50 por ciento hoy está en un 22 por ciento, es el momento de aumentar los testeos en personas asintomáticas”.
Fuente El Eco de Tandil
