La utilización de los espacios acuáticos como medio de disfrute y de realización de actividades de ocio durante el periodo estival hace que millones de personas cada año se desplacen a zonas costeras o a espacios acuáticos de interior para pasar sus vacaciones. En la misma línea, se multiplica la utilización de instalaciones acuáticas por parte de la sociedad. 

"El COVID-19 es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa, que en estos momentos afecta a nuestro país lo que hace necesario el desarrollo de protocolos de protección, tanto de los y las guardavidas que desarrollen su actividad profesional o deportiva, en estos espacios como las personas que pretendan disfrutar de los mismos" señalan en el protocolo elaborado. 

El informe del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sobre transmisión de la COVID-19 en playas, piletas y entornos de baño de agua dulce, de fecha 8 de mayo, sugiere que su propagación en entornos acuáticos es poco probable, sobre todo en aquellos con agentes desinfectantes como el hipoclorito sódico, cloruro sódico (sal) u otros. Dicho informe advierte que los entornos de baño de agua dulce no tratada con desinfectantes pueden ser más propicios para la propagación del virus, siendo entornos menos seguros para su uso. Añade también que, las actividades en playas y piscinas tratadas con desinfectantes son seguras, habiendo un bajo riesgo de contagio por su uso lúdico o deportivo y referenciando la posibilidad de contagio a la relación interpersonal.

 Se agrega además que en espacios abiertos la distancia social debe ser mayor a 2 metros por efecto del viento. Se sugiere que la distancia no sea menor a 4 metros.

Algunos de los puntos destacados en el desarrollo de la actividad de los guardavidas son: 

• Durante el horario laboral el o la guardavidas deberá llevar puesta la mascarilla, no siendo recomendable la utilización de guantes. En caso de tener que realizar una actuación que requiera un nivel de actividad física medio/alto se desprenderá de ella cerciorándose de que no quede depositada en ningún lugar inapropiado. 

• Es necesario mantener la máxima higiene de manos, así como tener la precaución pertinente en la colocación y retirada de la mascarilla de protección

• En las situaciones en las que él o la guardavidas deba comunicarse con las personas usuarias y/o con compañeros o compañeras del servicio, deberá respetar, en todo momento, la distancia de seguridad pertinente. En espacios abiertos, siempre que sea posible, los intervinientes en la conversación deberán colocarse de forma lateral a la dirección del viento. 

• En las situaciones en las que, por necesidad de entrada al agua, deba desprenderse de la mascarilla, además de las indicaciones ya mencionadas, deberá tener en cuenta lo siguiente: - Si la víctima está consciente se acercará a ella manteniendo la distancia de seguridad pertinente y, de ser posible, lateralmente a la dirección del viento. - Es prioritario disponer de material auxiliar (elemento flotante, rosca salvavidas) personal de intervención para cualquier rescate, independientemente de la distancia, situación, posición o estado de la víctima. Esto permitirá que él o la guardavidas pueda mantenerse alejado de la víctima mientras le facilita el material auxiliar. De no ser posible, se utilizará, como último recurso, el contacto directo con la víctima. - Si la víctima está inconsciente el o la guardavidas se asegurará, en todo momento, de que su respiración y exhalación no queden expuestas a la zona de ventilación de la víctima y viceversa. 

• Tanto el material auxiliar como el de rescate que sea susceptible de ser utilizado por el o la guardavidas durante el horario de trabajo (aletas, tubo de rescate, boya torpedo, etc.) deberá ser limpiado y desinfectado en profundidad. En caso de tener que intercambiarlo con otro compañero o compañera deberá ser manipulado con la máxima asepsia. 

A continuación encontrará el link para descargar el protocolo elaborado para guardavidas