Empezaba julio, se instalaba el frío. Mar del Plata “celebraba” haber atravesado los primeros cuatro meses de la pandemia de coronavirus con apenas 50 casos y 4 fallecidos, saldo “favorable” para una población de más de 800.000 habitantes. Pero de la noche a la mañana la foto cambió abruptamente. El brote en el hospital Houssay disparó los contagios. La diseminación del virus fue abismal y el mes cerró con 821 casos positivos detectados en al menos 50 lugares, 26 personas muertas, más de 1500 marplatenses aislados y un marcado incremento de los infectados sin nexo epidemiológico.
El 94% de los casos acumulados de Covid-19 en Mar del Plata se registró en julio, que cerró con un récord de 84 contagios en las últimas 24 horas del mes.
Julio dejó en evidencia la falta de insumos de protección en algunos establecimientos de salud, el hacinamiento en geriátricos, la precarización en pesqueras truchas, el “relajamiento” de los cuidados y la fuerte capacidad de contagio del virus que puso al mundo en jaque.
A nivel nacional, en julio, 124.105 personas se contagiaron el virus, lo que representa el 64,8% de los casos totales de Covid-19, que se aproximan a los 200.000.
En Mar del Plata, julio cosechó 771 contagios. Cerca del 40% son trabajadores de la salud. Se hicieron alrededor de 6.000 testeos y el cerca del 12% arrojó resultado positivo, según datos de la Secretaría de Salud.
El mes terminó con el 15 por ciento de los pacientes internados en clínicas privadas y hospitales públicos de la ciudad, entre ellos el Hospital Modular inaugurado días atrás por el presidente Alberto Fernández.
El cierre del mes dejó un dato alarmante: Mar del Plata ya tiene más casos confirmados de coronavirus que 15 provincias argentinas: Chubut, Corrientes, Catamarca, Formosa, La Pampa, La Rioja, Misiones, Salta, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Santiago del Estero, Entre Ríos Tierra del Fuego y Tucumán.
Julio también dio lugar al paciente con Covid más joven desde el inicio de la pandemia, un bebé de 13 días internado en el Hospital Materno Infantil junto a su madre, una joven de 18 años que resultó ser contacto estrecho de “la pesquera”, la precaria vivienda donde unas 20 personas en negro fileteaban merluza en condiciones nefastas; el lugar se convirtió en uno de los principales focos de contagio.
Fuente La Capital
