El resultado de una encuesta realizada unos días antes del cierre de listas, le había dado –supuestamente- la tranquilidad como para que él no se dedique de lleno a la campaña electoral en nuestro distrito. Pero, una vez iniciado el tiempo donde las distintas fuerzas políticas difunden sus propuestas, las primeras señales que llegaron al seno del barrerismo no eran tan buenas como se pensaba.  Por eso, se revió la estrategia en la calle, y, como ha sido en cada una de las elecciones anteriores, Gustavo Barrera se puso al hombro la campaña.

 

Desde hace unas semanas, tuvo que postergar los viajes. Se dedicó a mostrarse al frente de la gestión de gobierno, junto a Cristian Angelini, su Jefe de Gabinete (y primer precandidato a concejal); y, desde esta semana, encabezar las reuniones barriales que le organizan sus militantes. No concurre solo. Lo acompaña, en la mayoría de los casos, su equipo de campaña. Depende quien la organice, o en qué sector sea, es que equipo lo secunda. Por dar un ejemplo, en la imagen que acompaña esta nota, se puede ver a solo una de sus precandidatas a concejal (que forma parte del grupo de Atilio Roncoroni), pero también a funcionarios de su gabinete.

 

Barrera quiere reunir la mayor cantidad de votos posibles en las PASO. Lo dejó en claro ayer, jueves, cuando en una reunión desarrollada en la casa de la familia Morales dijo: ¨no hay que Jugar a favor de nadie en Ninguna Interna, el 11 hay que ir a Votar en Defensa de Nuestros Derechos”.  El intendente no solo quiere ser el precandidato a intendente más votado, sino que su anhelo -de muy dificil concreción- es tener mas votos que la suma de los tres precandidatos de Juntos Por el Cambio, interna que parece estar acaparando la intención de voto de los independientes.