Kicillof denunció una asfixia financiera de $5,8 billones por parte del gobierno nacional y una abrupta caída en la recaudación fiscal, lo que forzó al mandatario bonaerense a ajustar el gasto público. Como resultado, las inscripciones para los viajes de egresados fueron suspendidas, a pesar del éxito de la política implementada desde 2021. En estos tres años, 300.000 alumnos de 4.448 escuelas de 135 municipios viajaron gracias al programa, generando un impacto económico total de $27.000 millones, según datos del gobierno bonaerense.
Los destinos beneficiados por el plan de Kicillof incluían Mar del Plata, San Bernardo, Santa Teresita, San Clemente, Pinamar, Miramar, Sierra de la Ventana, Villa Gesell, Necochea, Tandil, Cañuelas, Escobar, Mar Chiquita, Ramallo y San Pedro. Este movimiento de estudiantes no solo fomentó el turismo local, sino que también creó 5.600 puestos de trabajo, según cifras del Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología.
Para sostener esta política pública, el gobierno de la provincia se encargó de los traslados, alojamientos en hoteles por tres noches y comidas por cuatro días para los 300.000 alumnos que participaron en los últimos tres años. Sin embargo, el ajuste fiscal, provocado por la caída en la recaudación propia y la quita de transferencias nacionales, obligó a Kicillof a suspender las inscripciones del plan, una estrategia clave para fidelizar el voto joven en las últimas elecciones, lo que le permitió obtener la reelección al frente del distrito más grande del país.
La suspensión de los viajes de egresados supone un duro golpe para miles de estudiantes y sus familias que veían en este programa una oportunidad única de celebrar el fin de una etapa educativa. Además, afecta directamente a los sectores económicos vinculados al turismo y la hotelería en los destinos beneficiados.
Mientras tanto, la administración de Kicillof se enfrenta al desafío de equilibrar las finanzas provinciales y cumplir con sus compromisos educativos. La eliminación de la repitencia, una medida que busca mejorar el sistema educativo, demandará inversiones significativas en infraestructura y en la contratación de más personal docente y directivo.