Este jueves, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, retomó las reuniones con la agenda sanitaria y epidemiológica como actores centrales. Desde las 9.30hs recibió al Comité de Especialistas sanitarios y desde las 11.30 se sumaron los intendentes e intendentas del Area Metropolitana Buenos Aires (AMBA).
La conversación contó con la iniciativa de la administración bonaerense para realizar nuevas aperturas. Hasta las últimas citas, los intendentes elevaban las propuestas y la Provincia aceptada o no. Sin embargo, el escenario modificó producto de los buenos números del distrito en cuanto a contagios.
En el AMBA, son nueve las semanas consecutivas con casos a la baja. Mientras que en el interior, luego de cinco semanas de aumentos sostenido, los primeros indicios dan cuenta de un retroceso de contagios a buen ritmo.
De esa manera, se buscará llegar al tramo final del año con mayores actividades habilitadas y apostar a la reactivación económica. Por eso, se maneja la posibilidad, con la venia del Gobierno nacional, de que todo el territorio bonaerense pase a la etapa de Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DSPO), es decir, entre Fases 4 y 5.
Oficialmente, la Ciudad de Buenos Aires y los distritos del conurbano bonaerense están en aislamiento (ASPO) hasta el próximo domingo, lo que supuestamente obliga a que las personas deban quedarse en su domicilio y solo salir para realizar compras básicas.
Sin embargo, a partir de distinas flexibilizaciones, en los hechos hay distanciamiento (DISPO), puesto que se puede circular, trabajar y realizar prácticamente el total de actividades, siempre guardando distancias de dos metros y utilizando tapabocas.
Por eso, el Ejecutivo analiza seriamente la idea de “sincerar” la situación y que toda la Provincia pase a la etapa de distanciamiento, más aún teniendo en cuenta la proximidad del inicio de la temporada de verano, que levantará por completo las restricciones de circulación en el territorio bonaerense.