El antecedente más cercano data de mayo, cuando se recuperaron restos que finalmente fueron reconocidos como pertenecientes a Marcelo Medina, desaparecido en Villa Gesell.
Luego, en agosto, un turista halló un maxilar en las playas del sur geselino, pieza que aún espera el resultado de los análisis de ADN.
Ahora, con el hallazgo en Ostende —que incluiría un cráneo y posiblemente un fémur—, los investigadores suman un nuevo elemento a la causa. El expediente está bajo la órbita del fiscal Juan Pablo Calderón, titular de la UFID N°4 de Pinamar.