Dio con una usuaria que pedía 1.300.000 pesos por una noche y decidió avanzar. Hizo un adelanto de $125.000 y decidió buscar en Google Maps el edificio. En el mismo momento le pedían más dinero de adelanto y se dio cuenta que la torre de lujo, en la dirección referida, no existía.
Intentó, en vano, pedir la devolución del dinero.
