Tomás Valentín Tello Ferreyra es sinónimo de Fernando Báez Sosa. No solo porque tenían la misma edad y ambos fueros asesinados. Inexorablemente, su trágica muerte, ocurrida ayer en la ciudad balnearia de Santa Teresita, a causa de una puñalada en el tórax, se vinculará con la registrada el 18 de enero de 2020 en nuestra ciudad, porque, salvo algunos matices que las distancian, ambas quedan comprendidas dentro del mismo contexto de violencia irracional: una agresión en patota, donde se presume hubo división de roles para conseguir el objetivo criminal.
En el caso de Tello Ferreyra, nueve personas quedaron demoradas a disposición judicial. Entre ellas estaría el presunto autor material de la estocada mortal, pero también quienes aparentemente lo ayudaron y, sin su aporte, no se habría podido concretar el ataque. Lo que se llama coautoría funcional.
En eso está el fiscal Pablo Gamaleri, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 de Dolores, quien no solo espera el informe completo de autopsia, para conocer de las heridas que sufrió el joven, sino también de su entidad para desencadenar el fallecimiento. Además aguarda las declaraciones testimoniales y, las imágenes de las cámaras de seguridad y de varios videos caseros que circulan por las redes sociales, para definir la imputación penal y si todos los sospechosos quedan detenidos.
No se descartaba nada. Todo en el marco de una situación de profunda angustia y tensión, ya que en un reclamo de justicia, en la puerta de la comisaría local, hubo graves incidentes con piedras de un lado y disparos de posta de goma del otro. También varios demorados.
El hecho tuvo lugar minutos antes de las 7 de la mañana en la intersección de la calle 44 y la avenida Costanera de la mencionada localidad del Partido de la Costa.
A unos metros de ese lugar, Tomás Valentín Tello Ferreyra (18) festejaba con sus amigos el Año Nuevo en la playa, hasta que comenzó a ser perseguido -por motivos que aún se desconocen- por una decena de personas.
Ante esa situación, Tello trató de escapar corriendo, pero fue interceptado en el mencionado cruce de calles, a metros del mar.
En ese lugar, el grupo de personas comenzó a atacar al joven de 18 años mediante golpes de puño y al menos un arma blanca.
Como consecuencia del ataque, Tello, oriundo de la localidad vecina de Mar del Tuyú, sufrió al menos una herida punzocortante en el tórax, por lo que tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital de Santa Teresita, donde finalmente falleció.
Al respecto, los investigadores señalaron que hubo varios testigos del crimen y que, producto de la pesquisa, se logró la detención de nueve personas, dos de ellas menores de edad.
Además, indicaron que los detenidos tienen entre 16 y 57 años de edad, mientras que destacaron el hallazgo de un cuchillo que será peritado por especialistas para conocer si fue el arma empleada en el homicidio.
Sobre las detenciones, una fuente de la investigación afirmó que la captura de siete de los agresores se dieron minutos después al hecho, tras ser visualizados por cámaras de seguridad, donde se los veía caminando por la playa, intentando escapar de la zona
Cerca de las 9 de la mañana, otros dos sospechosos fueron detenidos a unas diez cuadras de lo ocurrido, donde uno de ellos, identificado de 21 años, fue señalado como el autor de la puñalada mortal.
Alejandro, empleado de un hotel ubicado a media cuadra de donde ocurrió el asesinato, señaló que en la escena había una gran cantidad de botellas de vidrio rotas y dio algunos detalles de lo sucedido.
“Era un grupo grande de jóvenes, que lo insultaba y le tiraba botellazos. Había una persona que acá creen que era el hermano, que estaba desesperado cuando lo veía desangrarse, porque le habían pegado una puñalada”, contó.
“Por lo que dicen, venían del Galeón, un barco que está en la Costanera. En esa zona hubo fuegos artificiales -por la noche del domingo- y siempre se juntan y ponen música. Desde esa zona venían persiguiéndolos”, agregó.
Respecto al móvil detrás del asesinato, expresó que la principal sospecha de quienes residen en la zona es que fue por “una rivalidad de fútbol, así empezó”.
“El chico que falleció aparentemente es de la zona. Vive acá creo que con el padre y la abuela. No sé si el grupo y el chico fallecido ya se conocían de antes. Era una cantidad importante y todos contra él”, remarcó.
En ese sentido, una vecina -que prefirió no revelar su identidad- señaló que se escucharon “gritos violentos” a lo largo de madrugada provenientes de “chicos muy jóvenes”.
“Llegué a ver un grupo de más o menos quince chicos. Todos eran chicos muy jóvenes. En ese contexto, vi a alguien guardándose algo en un bolsillo, similar a un cuchillo”, señaló la mujer.
Por último, la testigo señaló: “El chico asesinado intentó entrar al jardín de una casa para pedir ayuda. No me imaginé tremenda violencia”.
Camila, hermana de la víctima, fustigó el accionar policial, que, según su mirada, reprimió el pedido de justicia. “Es increíble, mi hermano salió solo para disfrutar. Le tenía que dar vergüenza a estos milicos de mi.... que se quedan acá sin hacer nada. Estaban todos mirando y no hicieron nada”, concluyó.
Hubo graves incidentes en un reclamo de justicia en la comisaría y varios demorados
El crimen de Tomás en Santa Teresita trajo los peores recuerdos por el caso Báez Sosa.