El jueves pasado, cerca de las 21 horas, dos hombres vestidos con ropa negra y con sus rostros tapados entraron luego de patear una puerta en la casa principal del campo y redujeron a la propietaria y a una empleada doméstica que la acompañaba. Sin atarlas, ni insultarlas, exhibieron un arma de fuego y comenzaron a pedir dinero y las armas que había en el lugar. Primero se hicieron de 40.000 pesos y 600 dólares de la dueña y luego de 60.000 pesos que tenía la empleada. Posteriormente accedieron a un armero y se llevaron un fusil y un revólver sin que se conozcan más datos de los mismos porque la denunciante desconoce sus marcas o modelos.
Los hombres escaparon y las víctimas quedaron sin comunicación por algunas horas porque los teléfonos celulares que poseían fueron dañados por los ladrones.
Fuente: centraldenoticiasmadariaga