A pesar de que algunas normativas regulan su aplicación, desde hace tiempo el uso de productos fitosanitarios pone en alerta a distintas organizaciones ambientalistas por el avance de la fumigación indiscriminada que se registra en distintas zonas rurales de la región. Los agroquímicos están cada vez más presentes y un estudio permitió detectar la presencia de glifosato y otros contaminantes en cuatro escuelas del partido de General Pueyrredon.
A partir de una autorización otorgada por el Consejo Escolar, el grupo de extensión Aguas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata realizó un análisis químico de siete perforaciones que abastecen de agua a 11 establecimientos educativos de espacios periurbanos y rurales de la zona oeste rural de General Pueyyredon, donde se detectó la presencia de diversos contaminantes.
Según las mediciones realizadas, que corresponden a un muestreo puntual, los pozos de agua que abastecen a la Escuela de Educación Primaria Nº 8, del barrio El Coyunco, la Escuela de Educación Primaria Nº 46, el Jardín de Infantes Nº 918 y la Escuela de Educación Secundaria Nº 50, de la zona de La Peregrina, arrojaron niveles de glifosato por encima de los valores de cuantificación, sin detección de ácido aminometilfosfónico, su principal metabolito.
La detección de estos compuestos en agua subterránea concuerda con un estudio reciente en el que se detectaron entre dos y siete plaguicidas en perforaciones de establecimientos educativos de zonas rurales de Tandil. Las instituciones seleccionadas se encuentran inmersas en áreas de intensificación agrícola basada en el uso de sustancias químicas sintéticas.
Además, los resultados obtenidos muestran también que las perforaciones que abastecen a la EEP Nº 46, JP Nº 918, EES Nº 50 y a la Escuela de Educación Primaria Nº 51 sobrepasan los niveles de referencia máximos de nitrato del Código Alimentario Argentino (CAA).
Si bien la presencia de nitrato en fuentes agua puede ser de origen natural, se asocia en zonas agrícolas con la aplicación de fertilizantes que por escurrimiento o lixiviación alcanzan aguas superficiales y subterráneas. A raíz del alto valor de nitrato detectado en el pozo de la EEP Nº 51, los profesionales del grupo Aguas aseveraron que "se recomienda no consumir bajo ningún concepto agua" y exclamaron que "debe asegurarse la provisión continua de agua potable a dichos establecimientos".
En base a los resultados obtenidos, el grupo encabezado por Mariana González, César Pegoraro, Leonardo Lupi y Manuel Irigoitia alertó que las perforaciones mencionadas "no pueden considerarse aptas para consumo humano" ya que los niveles de nitrato y el herbicida glifosato "representan un riesgo para la salud de la población" que la consume.
El debate por el uso de agroquímicos no es nuevo. En mayo del año pasado, el Concejo Deliberante de la vecina localidad de Mar Chiquita aprobó una ordenanza que establece una zona de exclusión de apenas 150 metros a partir de la zona urbana, de 50 metros en zonas rurales pobladas, de 200 metros para escuelas rurales y de apenas 25 metros de cuerpos de agua superficiales; lo que motivó el rechazo de miles de vecinos.
En General Puerredon, el Concejo Deliberante suspendió los artículos 19, 23, 27 y 28 de la Ordenanza 21.296 que permitían fumigar a menos de mil metros de casas y escuelas de asentamientos rurales. La medida fue ratificada en junio de 2019 por la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires, que reclamó al Municipio que se dicte una sentencia definitiva.
Fuente: 0223.com.ar