El hombre aseguró que a mediados de mayo le preguntaron a la madre de Agustín si era cierto que Sarli golpeaba al niño y que la mujer respondió que no era cierto y que eran “habladurías de la gente que quería dañar la imagen (del hombre) y opacar la felicidad de la pareja”.
“Si nosotros, sus familiares, pudimos intuir que algo no estaba bien y al indagar, obtener finalmente una respuesta negadora y soberbia que justificaba al golpeador, ¿cómo es posible que estando dentro de ese entorno, una mamá que los cuida, los baña, les cocina, no puede verlo? Violencia de género le dicen para justificarla, pero: ¿y la violencia contra Agustín? Contra su hermana Valentina? ¿Y el abandono de quienes debían cuidarlo?”, se preguntó el hombre.
Luego agregó: “Seguimos sosteniendo que Leandro Sarli fue el arma, que a lo largo de los seis agónicos meses, lentamente fue apagando la vida de Agus de una forma cruel y perversa. Pero la persona que permitió que esto sucediera, quien dejó que el arma conviviera con Agustín y quien justificó el primer golpe y por ende, todas los que siguieron después, hasta la última que le destrozó los órganos y lo mató, es su madre”.