La Nación recordó en una nota el caso de la desaparición de Agostina Sorich, una joven de 12 años que desapareció en nuestra ciudad el 15 de octubre de 2010.
Agostina había salido esa tarde a entrenar hockey, acompañada por su padre, y se dirigía a la casa de una amiga de la familia. Desde entonces, no se volvió a saber nada de ella. La familia y las autoridades nunca dejaron de buscarla, sin embargo, hasta el día de hoy no se han encontrado respuestas.
La Nota completa:
Candelaria Sorich no sabe qué sentir cuando ve a su hermana menor, Valentina, reírse. El parecido con su otra hermana, Agostina Nadín Sorich, es muy grande y verla reflejada en ella le duele tanto como le gusta. La última vez que vio a Agostina fue en 2010: su hermana tenía 12 años y se despidió diciendo que iba a hockey después a lo de una amiga de la familia. “Después vengo para acá”, le dijo, pero nunca lo hizo. Su desaparición fue el 15 de octubre de ese año en Villa Gesell, ciudad en donde todavía viven.
La última conversación que Candelaria tuvo con su hermana fue la tarde en que desapareció. Habían vuelto del colegio y Agostina se preparaba para ir a su entrenamiento de hockey. Después de la práctica, le dijo, iría a la casa de una amiga. Pero nunca llegó: en algún punto de las cuadras que separaban su lugar de entrenamiento y esa casa, su rastro se perdió para siempre.
Agostina es la cuarta hija entre ocho hermanos. Cuando desapareció, Candelaria, quien le sigue en edad, tenía 10 años. Ahora tiene 22 y es quien guarda todas sus cosas con “la esperanza de encontrarla con vida”. Aunque tiene muchas teorías de lo que le pudo haber sucedido a su hermana, prefiere no decirlas hasta no tener nada confirmado. Mientras, existe una recompensa de hasta 1,5 millones de pesos para quien aporte algún dato sobre ella. Candelaria cuenta que la investigación está posada, principalmente, en la posibilidad de que fue vendida a una red de trata.
Ante un caso de desaparición, la denuncia en la comisaría, fiscalía o juzgado más cercanos se puede hacer enseguida. Sin embargo, cuando los padres de Agostina fueron a hacerla, la Policía les dijo que debían esperar al menos 48 horas. Desde ese momento hasta hoy, Pedro, el padre de Agostina, “movió cielo, mar y tierra para encontrarla”, destaca Candelaria. Meses más tarde, recuerdan con impotencia en la familia, uno de los oficiales a cargo de su investigación le dijo a los medios: “Las fuerzas están buscando a una chica que no sabemos si quiere aparecer”.
Candelaria solo compartió 10 años de su vida con su hermana y teme que de a poco los recuerdos se esfumen. “Cuando éramos chicas jugábamos con nuestras vecinas, volvíamos juntas del colegio, íbamos de acá para allá. Pero de repente, eso se terminó”, recuerda Candelaria, quien no ha dejado de buscarla en estos 13 años. Mientras tanto, cuando quiere recordarla, solo tiene que ver su ropa colgada en el placard o hablar con Valentina.
A quién podés llamar si tenés un dato sobre ella:
Podés escribirle al Ministerio de Seguridad haciendo click en este link o llamando a la línea 134.
Podés llamar al 911.
Podés comunicarte con la organización Missing Children al 0800 333 5500
Fuente: La Nación