El viernes, en horas de la tarde, fue requerido el servicio de los bomberos voluntarios. El primer llamado daba cuenta de un foco ígneo que estaba afectando un terreno ubicado detrás del boliche Pueblo Limite. Pero, en el momento en que los servidores públicos se dirijan hacia el lugar, dos llamados más ingresaron a través del 100. Uno, alertaba de un segundo foco a pocos metros del primero. Ese ingresó al predio de una casa y causó daños. El otro llamado daba cuenta de un tercer foco. Ese se había iniciado en las cercanías del restaurante Fortunata. A pocos metros de los otros dos, solo que curando la avenida Buenos Aires.
Una vez sofocados los incendios, las opiniones de los bomberos y de las fuerza de seguridad coincidían en que los mismos había sido iniciados en forma intencional.
Pero la cosa no quedó ahí. Ayer, sábado, en horas de la tarde, un llamado vuelve a alertar a los bomberos. Nuevamente un incendio de pastizales y árboles. Otra vez en la zona norte de la ciudad. Aunque ahora el primer foco fue más llegado a la ruta 11. En el momento que combatían ese incendio, los bomberos fueron alertados de dos más. Todos en el mismo radio. Entre la ruta y el circuito municipal y barrio norte.
Horas de trabajo, esfuerzo y daños en los pinares fueron el resultado de los seis incendios entre viernes y sábado- que hasta hicieron peligrar viviendas que estaban en las cercanías.
Nada se sabe de quién los inició. De lo que no hay duda es que fueron obra de la mano del hombre.
¿Estamos frente a un pirómano?
La piromanía es un trastorno o enfermedad psicológica del control de los impulsos, que produce un gran interés por el fuego, cómo producirlo y observarlo. La persona que padece piromanía recibe el nombre de pirómano.
La sintomatología esencial es producir incendios de forma deliberada y consciente en más de una ocasión conllevando una importante tensión y activación afectivas antes del incendio con una gran liberación e intenso placer o alivio al encender el fuego, presenciarlo o al participar en sus consecuencias.
Además el sujeto, denominado comúnmente piromaníaco o pirómano, suele sentir relajación, placer, interés, curiosidad y atracción por todo lo relacionado como pueden ser las estaciones de bombero.
El pirómano no debe ser confundido con el incendiario que es aquella persona que intencionadamente decide quemar una parcela de terreno u objetos (específicos o no) con ánimo de lucro o simplemente por hacer daño.
