Eran los últimos minutos del día 25 de diciembre de 2012. Ramón Amarilla, junto a un compañero de trabajo, esperaba al 504 bajo la garita que estaba ubicada en boulevard y paseo 133. Un ruido, anticipó lo peor. La mole de cemento se desplomó y Ramón no tuvo tiempo de escapar. Su cuerpo quedó atrapado entre los hierros y el hormigón. Lo que vino después fue un quiebre en la familia Amarilla. Un antes y un después. Ramón perdió sus dos piernas y tuvo que estar varias semanas para salir de su estado crítico. La Fe, la fuerza interior, su juventud, la esperanza y la justicia divina hicieron que Ramón pueda “volver a nacer” como lo califica su mamá.
La caída de las garitas (porque fueron dos) también marcaron una herida en la comunidad geselina. El tema se convirtió en tema de estado. Un gobierno “ernetista” necio, que nunca reconoció errores (aunque la justicia sí) hicieron que esa herida no cicatrice. Hoy esas malditas garitas están siendo (tarde, muy tarde) derrumbadas. Mientras todo eso pasaba, Ramón se puso una meta: volver a caminar. Casi dos años de recuperación. De viajes interminables a Mar del Plata, hacen que ese sueño se este por cumplir. Hace pocas semanas recibió una pierna ortopédica. En las próximas semanas estaría lista la restante… y allí Amarilla podrá a volver a caminar.
¿Tras dos años de recuperación, estarías en condición de volver a caminar?
Sí. Luego de dos largos años creo que podré volver a caminar. Cuando pueda obtener las dos piernas ortopédicas, ya que hoy por hoy solo cuento con una de ellas.
Seguís en recuperación, viajando a Mar del Plata de dos veces por semana…
Si, voy dos veces por semana, los días martes y jueves. Me trasladan desde ARNES. Yo hago lo que puedo, ya que desde la municipalidad no tengo ayuda desde hace un año. Lo único que si hacen es abonar el alquiler de donde vivo.
¿Cómo te siente, aguardando la espera de la segunda prótesis?
Bien, ya estoy animándome a hacer cosas que antes no hacía. Le pedí a mi hermana de dar una vuelta en moto, para sentir algo diferente. Ya que todos los días estoy en casa, y me aburro mucho.
¿Qué recuerdos te quedan de esa noche o prefiere pensar solo en el futuro?
Lo que me sucedió fue muy grave, pero trato de pensar en lo que se viene. Porque si me quedo solo en lo que me sucedió ese día, me afecta mucho. Porque sé, que ni pensando, ni llorando, voy a poder recuperar las piernas que perdí cuando la garita se vino abajo.
¿Cómo tomaste la noticia de que las garitas se iban a demoler, luego de lo que le sucedió?
Me sentí muy bien. Porque no me gustaría que a otra persona le suceda lo que me sucedió a mí.
¿Crees que debieron ser demolidas antes las garitas?
Si. Ya cuando cayó la primer garita. Ahí tendrían que haberlas reforzado con los tubos que pusieron después. Así, se hubiese evitado lo que me pasó a mí.
El alquiler de la casa donde habitas con su familia, se vence el marzo. ¿Sabes que puede pasar?
La dueña nos ha pedido, que cuanto antes dejemos esta vivienda, porque ya no desea alquilarla más. Estamos buscando otro lugar, y claro que voy a solicitarle al intendente que ellos abonen, ya que es lo único que me dan, porque ellos no me ayudan.
El intendente Barrera le ofreció trabajo como ayuda. ¿Usted puede trabajar o tiene que dedicarse a su rehabilitación?
Yo, no estoy capacitado para trabajar. Y hoy por hoy, lo que más me importa es la rehabilitación en Mar del Plata.
No hace mucho el Ex intendente Erneta dijo que las prótesis, si fuera necesario, las pagaría él, de su propio bolsillo. ¿De dónde salieron las prótesis?
Nosotros retiramos la primera prótesis del Ministerio, no de la municipalidad, ni de Erneta. Luego me llamaron para tomarme el molde de la otra prótesis. Por lo que me comentaron dentro de quince días me la estarían entregando.
Una vez que cuentes con las dos prótesis. ¿Qué le dicen los médicos de Mar del Plata, de cuando podría volver a caminar?
Depende mucho de mi voluntad, y de que los muñones se formen bien. Llevará un tiempo.
¿Qué tiene pensado hacer, cuando pueda caminar por sus propios medios, cuando le den el alta, tras culminar con la rehabilitación y se sienta seguro con las prótesis?
Me gustaría salir a tomar un helado, a caminar por el centro. Hace dos años que no pude hacerlo más.
Una vez que se sienta totalmente recuperado. ¿Se quedará en Villa Gesell o volverá a Paraguay?
Hoy no sabría qué decir. Porque en Paraguay, ya no nos quedó nada. Cuando estuve mal, mi Mamá tuvo que vender la casa por poco dinero. La quisieron usurpar, y antes que eso suceda, ella, la vendió.
¿Qué sensación le queda de estos dos últimos años?
Gracias a Dios que la tengo a mi Mamá, que siempre está conmigo. A mis familiares y amigos, que hacen que se me pasen los días.
La palabra de la madre de Ramon
Cristina, usted ha demostrado el amor de madre, al dejar su país para acompañar a su hijo. ¿Qué nos puede contar de lo que siente y vivió en estos dos años?
Yo dejé mi casa, a mi madre y hasta a mi hija menor, para venir acompañar a Ramón. Fue muy duro y difícil todo.
¿Que sensación le queda, al saber que su hijo puede llegar a caminar?
Para mí, el volvió a nacer.
¿Ramón es el mismo de antes, el que usted recuerda?
Para mí, ya no es el mismo. Ha crecido mucho con lo que sucedió, ha madurado y se puso fuerte, porque por la edad que el tiene, no creo que otra persona pueda soportar lo mismo.
¿Tiene pensado en un futuro cercano volverse a Paraguay o proyectar en Villa Gesell?
Yo dependo de él. Si Ramón quiere volver a empezar acá me quedaré, y si decide regresar, lo seguiré.
Usted como Madre, debe estar preocupada por la situación del alquiler de la casa. ¿Pudo tener respuesta por parte de la municipalidad?
El intendente me prometió que si iba a volver a alquilar una vivienda para nosotros. Pero el Señor Martinó, me dijo que el día viernes vaya con el abogado. Esta última situación, me tiene con dudas, porque no se que me puede llegar a decir. Y ellos, ni siquiera preguntan como estamos.
