Los ochos rugbiers que están detenidos en la Alcaidía de Melchor Romero por el asesinato de Fernando Báez Sosa, pasan sus días alejados del resto de la población carcelaria. A diferencia de los primeros tiempos, ya no son insultados y pasan desapercibidos, mantienen un bajo perfil y reciben la asistencia psicológica de profesionales penitenciarios.
Máximo Thomsen (20), Ciro Pertosi (20), Luciano Pertossi (18), Lucas Pertossi (21), Enzo Comelli (20), Matías Benicelli (20), Blas Cinalli (19) y Ayrton Viollaz (21) permanecen alojados en el pabellón 3 de la Alcaidía Departamental La Plata 3, ubicada en Melchor Romero, en cuatro celdas contiguas con capacidad para dos detenidos cada una y, se asegura oficialmente, no cuentan con ningún privilegio.
Los rugbiers cuentan con un solo teléfono que comparten los ocho y con el cual se comunican con sus familiares mediante llamadas o mensajes de texto. No tienen habilitada ninguna red social.
"Mantienen un perfil muy bajo. No han protagonizado ningún incidente ni evento indisciplinario. No han hecho peticiones a los agentes penitenciarios. No se advierte liderazgo de ninguno de ellos sobre los otros y se comportan con respeto hacia el personal", aseguran desde el penal.
La alimentación, es la misma que reciben los otros presos en base a un catering que incluye las cuatro comidas y es ofrecida por el SPB. Aunque en algunas ocasiones aprovechan lo que les envían sus familiares, por ejemplo yerba para el mate, galletitas y medialunas.