La desinformación, o la mala información, son una de las principales enemigas de la pelea que se le está dando al avance del virus. Los medios de comunicación tenemos un rol fundamental tanto en la difusión de los métodos de prevención, como así también del alcance del mismo y el comportamiento de la sociedad ante la pandemia. No generar miedo en la población y tomar con suma responsabilidad la tarea de informar, en estos casos, es clave. Lo sucedido hoy en nuestra ciudad es todo lo contrario a esas premisas.
Pasado el mediodía, el portal “Por la 3 Derecho” dio a conocer una nota que aseguraba que había: “alerta por un geselino llegado de España y que no había respetado la Cuarentena”. Claro ya el titulo era fuerte y más escandaloso se transformaba el texto ya que -en el desarrollo- se aseguraba que al acusado “lo vieron en la calle”. Todo ello, según el medio difusor, confirmado desde la municipalidad como desde la policía. A todos esos datos, se le sumó uno más, que terminó de desatar el escándalo: El portal web publicó nombre, apellido, edad y actividad a la que se dedica el muchacho que –supuestamente- había roto la cuarentena luego de regresar hace unas 48 horas de Europa.
La reacción de los vecinos que leyeron esa publicación fue inmediata, unánime y casi lógica: Indignación, criticas, insultos y hasta comentarios subidos de tono (como por ejemplo que había que pegarle un tiro en la frente). Pero ante semejante acusación, el joven (que ya se había convertido en enemigo número uno del pueblo), tuvo que dar su versión a través de las redes sociales. Algo que fue confirmado por sus allegados que pertenecen a una familia reconocida de nuestra ciudad.
"Gente quería informar que estos respetando debidamente la cuarentena, desde el domingo a las 6 de la madrugada que llegue a Villa Gesell estoy encerrado en un departamento aislado de todo, no pude ni darle un beso a mi mama un abrazo a mi viejo después de meses, me denuncian que me vieron el sábado cuando yo ni siquiera estaba en la ciudad, estoy respetando el Protocolo y los 14 días de cuarentena, hay mucha gente que habla por demás y sin saber”, escribió en su cuenta de Facebook el joven geselino.
El padre del chico acusado en la nota del portal “Por la 3 Derecho” fue más duro en su mensaje –también- difundido por red social. “ojo información errónea!!!!! Amigos esta manga de irresponsables hijos de puta sacaron esta publicación sobre mi hijo que es totalmente falsa, llegamos a las 6 am del día domingo de Ezeiza y lo deje en un departamento acondicionado para que este los días que corresponde para cumplir con la quincena y actuando desde el primer momento con la responsabilidad civil que corresponde, y yo mismo también estoy haciendo lo mismo en mi casa. Así que pido perdón por el enojo, pero esto no les va a salir gratis a estos irresponsables que viven de la mierda”.
Hubo comunicaciones entre la responsable del portal en cuestión y los padres del chico acusado de romper la cuarentena. Las explicaciones de la periodista de por qué llegaron a publicar tan seria acusación (con nombre y apellido) en un momento muy sensible a nivel mundial, fueron para quienes las escucharon insuficientes. La periodista responsabilizó al municipio de ser la fuente de confirmación sobre el supuesto incumplimiento. Los familiares, acertadamente, criticaron su desenvolvimiento profesional y pidieron que la falsa noticia sea removida del portal y redes sociales. Eso recién pasó varias horas después del pedido casi desesperado. La eliminación del texto, de alguna manera, demuestra que lo expresado no era certero y podría tomarse –mínimamente- como el reconocimiento del grave error periodístico, ya que no hubo replica alguna que ventile prueba de los difundido, ni siquiera del dato aportado por la “fuente” municipal a quien responsabilizaron del surgimiento de todo.
Es difícil comprender que movilizó a la periodista Jorgelina Mena a cometer semejante irresponsabilidad; que no solo generó la alerta máxima en una comunidad que se encuentra conmocionada, sino que afectó (en vano) de lleno en el seno de una familia que ya viene atravesando -desde hace unos días- la angustia de tener que enfrentar un aislamiento por la pandemia que preocupa al mundo entero.
El conseguir una primicia (contarlo antes que otros) no justifica publicar cosas –y más en estos temas tan delicados- sin el chequeo previo más exhaustivo posible. Que una “fuente” asegure que hubo un llamado telefónico (vaya a saber de quién) comentando que una persona está incumpliendo una regla, no confirma que ese delito se cometió, ni mucho menos al señalado en un sentenciado, como para ser (más que identificado) “escrachado” mediáticamente. Vale señalar que, desde el municipio, lugar que fue indicado por la periodista como desde donde salió la información que se replicó, no se informó nada sobre una denuncia, ni mucho menos sobre un incumplimiento de cuarentena.
En temas tan sensibles para la sociedad (como es el Coronavirus), la cautela y sobre todo la rigurosidad periodística deben ser claves; claramente, en este caso no lo fueron.
