“Repudiamos enérgicamente los actos de violencia”, comenzó diciendo ante unas 500 personas, la vecina y abogada Gabriela Covelli, una referente en lo que tiene que ver con los derechos de los pacientes a partir de la lucha que lleva desde la muerte de su hijo en un caso de mala práxis.
Covelli, parada como el resto de las personas que se autoconvocaron, ocuparon la vereda de enfrente a la disco que es donde perdió la vida Fernando Baez. Enseguida se refirió al actuar de los responsables de la disco en donde el muchacho fallecido, sus amigos y los atacantes se habían enfrentado por primera vez y fueron echados de ahí sin ningún tipo de medida de prevención para evitar que pasara lo que finalmente pasó. “Quiero que Le Brique sepa que Gesell no está de fiesta, Gesell esta de duelo”, sentenció Covelli.
Se refirió a lo que el mismo boliche informó sobre el cumplimiento del protocolo y dijo: “Le Brique cumplió con su protocolo en sacar a los chicos a la puerta y cualquiera sabe que sacar a los chicos que se están peleando del boliche a la puerta, es sacarse un problema de encima. Quiero pedirle a los comerciantes de Villa Gesell que se llevan el billete de nuestros pibes, que los cuiden porque valen oro, Fernando y el hijo de cada uno de ustedes”.
Le queremos pedir al intendente que en repudio de la violencia que decrete un duelo en la ciudad de Villa Gesell y que se revisen los protocolos de los boliches.
Le pido a Le Brique que del corazón salgan y pidan perdón a los padres de Fernando por la fiesta que esa misma noche festejaron.
Cuando mencionó al Ejecutivo municipal, varios vecinos preguntaron “Dónde está Barrera”
También hablaron dos jóvenes, Virginia, una turista de Capital que fue quien le practicó RCP a Fernando cuando ya estaba inconsciente, quien leyó un mensaje de los amigos del joven asesinado.
Además, una empleada de Le Brique, que acusó a los dueños del boliche de armar la noche del festejo y a los que no les importó que la mayoría de los empleados dijo de no trabajar esa noche, además de confesar que “los patovicas miraban como le pegaban a Fernando y dijeron que no se iban a meter porque era en la vereda de enfrente”.
“Perdón Fernando”, dijo entre lágrimas Covelli, acompañada por el aplauso y pedido de justicia de los presentes.
Luego de las palabras y el minuto de silencio, todos los que tenían velas se cruzaron a dejarlas en la puerta de Le Brique, lo que abundó en la emoción de las familias y jovenes que estaban ahí.