En la tarde-noche del jueves, cientos de jóvenes volvieron a reunirse en la zona de 105 y playa, con la intención de desarrollar una fiesta "espontanea". Ya sin energía eléctrica, a raíz que el día anterior desde el municipio se intimó a quien se las suministraba, los jóvenes llevaron varios grupos musicales autónomos.
Por algún motivo, se originó una disputa entre ellos y se registró una lluvia de botellas y elementos contundentes.
La policía y la lluvia -que se dio alrededor de las 19 horas- terminaron de disipar a los alborotados jovenes. Además, hubo vendedores de bebidas alcohólicas y pungas que alteraron aún más el ambiente.