A las 10 de la mañana empezó a llover nuevamente. La tregua con la tormenta duró de 8 a 10 y las complicaciones para las PASO regresaron.
La puerta de la escuela 6 estaba colmada por vecinos. La lluvia hizo que algunos se vayan y otros obliguen a las autoridades a que los dejen entrar.
En la escuela 4 las mesas tenían grandes colas. En promedio, el votante, demoraba una hora en llegar al cuarto oscuro.
Para las doce, las mesas más agiles, marcaban un 30% de concurrencia; otras, apenas arañaban el 18%.
Los candidatos se mostraron preocupados por las consecuencias de la lluvia, sobre todo por la ausencia de algunos fiscales. Por eso, varios demoraron su voto personal. Uno de ellos fue el intendente, que ayer decía que iba a votar antes de las 12. Hoy, al mediodía decía no saber a que hora concurriría, ya que se veía superado por los problemas que se le presentaban.