Rige la veda electoral. A las 8 de la mañana de ayer, 48 horas antes de que las urnas se abran para comenzar a votar, venció el plazo que establece la Junta Electoral para la campaña de los precandidatos. Los spots que bombardearon de promesas a los medios de comunicación en las últimas semanas ya no circulan. Solo quedan las redes sociales, ese espacio perdido, ese territorio virtual de escasa legislación, esa herramienta de comunicación masiva que vuelve a la veda una medida que solo se cumple a medias.

Principalmente en Facebook y Twitter los spots, las chicanas, el voto suplicado, las promesas concretables y también las incumplibles, además de las últimas actividades de campaña, no encontraron restricción alguna por parte de la Junta Electoral y ese hueco sigue siendo explotado por los partidos y precandidatos que este domingo definirán su futuro político, el de la ciudad, el de la provincia y el del país.

En las redes sociales la derecha y la izquierda, la centro-izquierda y los conservadores, el oficialismo y la oposición, encontraron un nicho sin límites legales claros para extender la visibilidad de sus espacios al máximo posible.

Desde la Junta Electoral confirmaron que la veda no rige sobre las redes sociales. En ese mundo virtual, el candidato se convierte en un ciudadano más y entiende que puede utilizar esta herramienta en favor de una campaña que en el resto de las plataformas de comunicación ya terminó.

Al igual que los precandidatos a nivel nacional y provincial, en Villa Gesell varios aprovecharon el vacío legal de la veda sobre las redes.

 

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