La jueza a cargo de la causa por el crimen del niño de 5 años, que hace tres meses murió al recibir una paliza en su casa del barrio porteño de Flores, rechazó que se investigue la responsabilidad del padre biológico, la niñera, la maestra y la directora del jardín y cinco vecinos del chico, ante la sospecha del fiscal de que conocían los maltratos y no hicieron nada para evitarlos o denunciarlos.
Fuentes judiciales informaron que la decisión fue adoptada por la jueza de instrucción Silvia Ramond, quien consideró que por el momento sólo hay elementos para imputar en el expediente al padrastro de Agustín Marrero, Leandro Sarli (33) y a su madre, Bárbara González Bonorino (30).
La magistrada se pronunció de esta manera luego de que el fiscal Sandro Abraldes, al pedir la elevación a juicio de la causa, sostuvo que hubo una situación de "pasividad" por parte de diversas personas que percibieron los hechos de maltrato, y consideró que "la de Agustín era, evidentemente, una muerte anunciada".
En la resolución a la que accedió la agencia Télam, Ramond entendió que "conforme el estado en el que se encuentran las actuaciones, impide, de momento, considerar que la extracción de testimonios respecto de aquellas personas identificadas como posibles incursos en algún delito penal, luzca aconsejada".
La magistrada desligó de responsabilidades al padre de Agustín porque, al momento de la muerte, la tenencia la tenía la madre.
Por el contrario, la magistrada afirmó que gracias a las declaraciones brindadas por las personas a las que el fiscal acusa pudo "reconstruirse el acontecimiento histórico respecto de la dramática situación en la que se encontraba la víctima".
No obstante, dijo que en caso de que el criterio esbozado por el fiscal resulte factible, la decisión de investigar a estos testigos puede ser ordenada por el tribunal oral que realice el juicio por el caso.
Al referirse al padre de Agustín, Marcos Javier Marrero, la jueza señaló que "analizar una presunta conducta delictual en la que aquél pudiera haber incurrido, no resulta de ningún modo viable".
Ramond recordó que Marrero, que al momento del crimen vivía en Villa Gesell, no contaba con la tenencia legal Agustín porque ésta se le había otorgado a la madre, quien era "la verdadera poseedora de la facultad y deber de obrar para evitar el resultado lesivo" contra el niño.
La jueza sostuvo que cuando la madre inició una relación sentimental con Sarli se mudó a la Capital Federal y "se colocó fuera de esfera de custodia del padre del niño", por lo que no hay motivo para sospechar de Marrero.
Agregó que el padre del niño muerto fue aceptado como querellante en la causa y se le otorgó la tenencia de su otra hija tras el crimen de Agustín.