Según fuentes judiciales, los camaristas que dejaron de intervenir en el expediente por cuestiones de salud fueron Susana Miriam Darling Yaltone y Fernando Sotelo.
Anteayer, se hizo un sorteo entre otros magistrados del Departamento Judicial Dolores y, por ese sistema, se determinó que los jueces Lía Regina Raggio y Daniel Horacio Rezzónico se hagan cargo de resolver el recurso presentado por el defensor de los acusados del homicidio de Fernando Báez Sosa para que se revoquen las prisiones preventivas dictadas contra ocho de los diez acusados por el asesinato, ocurrido el 18 de enero pasado, frente al boliche Le Brique, en Villa Gesell.
El juez Luis Felipe Defelitto es el único de los tres jueces que forman parte de la integración natural de la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores, que seguirá adelante con el proceso.
La necesidad de reemplazar a dos de los camaristas por cuestiones de salud constituyó la segunda demora en el desarrollo del proceso que se instruye contra los acusados de asesinar a golpes al joven estudiante de derecho.
Debido al aislamiento obligatorio dictado a raíz de la pandemia, había sido suspendida la audiencia de exposición de fundamentos que debía realizarse el 19 de marzo pasado, en los Tribunales de Dolores, en la que tenían que participar el abogado que defiende a los diez imputados, Hugo Tomei; el fiscal de Cámaras de Dolores, Diego Escoda, y los letrados que representan a la familia de la víctima, Fabián Améndola y Fernando Burlando.
Por medio de una cédula de notificación enviada a las partes, los camaristas informaron que tomaban tal medida para "evitar la transmisión del virus" -ya que la audiencia iba a realizarse en un espacio cerrado con numerosos asistentes- y solicitaron que las partes envíen sus argumentos por escrito.