La investigación por el asesinato de Fernando Báez Sosa, ocurrido en Villa Gesell el pasado 18 de enero, sigue adelante y a la espera de la resolución sobre de la sala I de la Cámara de Apelaciones de Dolores sobre el recurso interpuesto por la defensa de los rugbiers, trascendió que los ocho detenidos por el crimen se probaron las tobilleras electrónicas.
El abogado Hugo Tomei, defensor de todos los acusados por el crimen cometido afuera del boliche Le Brique, había pedido en febrero la prisión domiciliaria para todos los rugbiers, detenidos en el penal de Dolores desde el 30 de enero.
Este último trámite del Servicio Penitenciario en sus domicilios, sin embargo, no implica necesariamente que se convalide su reclamo. Mancinelli debe aún resolver ese pedido, además de la otra solicitud por la atenuación de la prisión preventiva que también presento Tomei.
Mientras tanto, se aguarda aún los resultados de la prueba scopométrica, que busca determinar quién pateó a Fernando, a partir de la comparación de la huella levantada en el cuerpo de la víctima y las zapatillas con mancha de sangre secuestradas a los rugbiers en la casa que alquilaban.
A esto se agrega el estudio de ADN cuyos resultados, se estima, estarían a partir de la segunda semana de marzo.