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Desde la Unión de Guardavidas de Villa Gesell advierten que el inicio de la temporada podría verse afectado por el incumplimiento del Municipio y las concesionarias de las leyes de guardavidas, de provincia y nación, aprobadas el año pasado.
"Villa Gesell está plantada como treinta años atrás", afirmó Agustín Rosseberg, Secretario General de la organización. "Hay un decreto del año 89 que hizo Cafiero — en ese entonces gobernador— donde trató de normalizar un poco la actividad de guardavidas porque no había legislación".
La ley aprobada en 2015 establece una jornada laboral de seis horas diarias, con un contrato de cinco meses anuales. "Les cuesta adaptarse a esta norma porque trae beneficios para el trabajador y quita privilegios para la parte del Ejecutivo y la Cámara de Concesionarios" señaló el guardavidas.
Además, destacó que los trabajadores no cuentan con los elementos de seguridad mínimos para trabajar, como roscas, torpedos, binoculares, códigos de banderas o botiquines. "Acaban de entregar veinte roscas que ya son obsoletas, que no se usan más (...) y sin su soga", dijo.
Rosseberg aclaró también que "el año pasado hubo un conflicto que duró más de un mes, donde se llegó a pequeños puntos de acuerdo", uno de los cuales era trabajar durante el invierno para poder adecuarse a la norma. Sin embargo, según asegura, esto no sucedió: "La temporada comenzó el 15 de noviembre con 40 guardavidas para cubrir 50 metros de playa, algo impensable, inhumano y muy riesgoso, tanto para los que se meten al agua como para nosotros".
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