Si alguien se vio sorprendido por la presión tributaria iniciada desde el municipio en las últimas semanas, es porque no prestó atención al decreto firmando por el intendente, a traves del cual declaró la Emergencia Económica del Municipio. En el articulado de ese documento, claramente, se anticipó que se saldría a recuperar deuda de parte de los contribuyentes municipales. El operativo de los inspectores se retrasó durante el interinato de Adriana Migliorisi al frente del Ejecutivo, pero una vez restaurado a pleno el gabinete, las acciones recaudatorías para palear el desfinanciamiento de las arcas municipales comenzó a registrarse –sobre todo- en el sector comercial, y también en la re activación de los juicios por apremios que la comuna lleva adelante con la finalidad de cobrarle a aquellos morosos históricos. En este marco no se descarta que en los próximos días además se consiga el remate de más de una propiedad y que también se lleve a cabo un remate de los vehículos secuestrados y de aquellos que se encuentran fuera de servicio y forman parte de la actual flota municipal.
Las inspecciones se ajustaron a la aplicación total de las normas vigentes. Tal vez, en más profundidad, que de costumbre, pero que no deja de ajustarse a la legislación existente. Paralelamente, las negociaciones con los mayores deudores, se fueron dado con las altas esferas del ejecutivo de Barrera.
La primera clausura que tuvo fuerte repercusión en la sociedad, fue a las oficinas de la Empresa El Ultimo Querandi.
Pero, el trabajo de los agentes de Inspección, hizo que varios contribuyentes se acerquen al municipio. Algunos para pagar…y otros para presentar quejas.
Sobre la primera reacción, el dinero recaudado durante los últimos quince días, dicen, que sirvió para terminar de reunir el dinero destinado a terminar de pagar los sueldos, que se depositaron el día 18 del corriente.
En referencia a los reclamos presentados, muchos contribuyentes se habrían dirigido a la Dirección de Comercio. Quien fue su titular hasta la semana pasada, Ignacio Todorovich –luego de ser removido de su cargo (y posterior salida del equipo de gobierno)- expresó que varios comerciantes se le quejaron por las inspecciones e intimaciones a pagar en un plazo de 48 horas.
La presencia de los sabuesos municipales se dio en diversos locales, de los más diferentes rubros. Tal vez, los que más repercutieron en la sociedad, fue la presencia de los agentes en “territorio” de sectores enfrentados con la administración Barrera, como El Ultimo Querandi, Cevige y el estudio jurídico de la familia del concejal Sebastián Álvarez, entre otros. Pero, las estadísticas, muestran que han sido “visitados” muchos comercios, lejos –estos- de ser objetos de una cuestión política.
La medida recaudatoria de la administración Barrera no es para nada simpática. De hecho, los comentarios en la calle, no hacen más que criticarla. Pero, desde el seno de la administración municipal, resaltan que es uno de los pocos caminos –sino el único- que les quedó para tomar, ante la falta de fondos para afrontar los gastos fijos que tiene el municipio.
El incesante trabajo de los municipales en la calle, tiene su explicación administrativa en el decreto de emergencia, cuando señala: “autorizase a la Jefatura de Gabinete a reasignar recursos humanos, tecnológicos y administrativos de todo el Departamento Ejecutivo a los fines de optimizar los procesos de gestión de cobranza y recupero de deuda”, mientras que remociones y cambios de areas –como el caso de Todorivch- también está contemplado en ese documentos, donde indica: “producir la re ubicación de agentes y cambios de horarios con el objeto de hacer una utilización eficiente de los recursos municipales”.
En ese mismo sentido, desde la Secretaria de Hacienda se ha implentado un proceso de recupero de deudas que incluye el envío de correos electrónicos y también llamadas telefónicas a los deudores, donde se les ofrece cuotas para simplificar el pago.
La explicación política a todo esto, desde el barrerismo es que “la presión sobre los comercios es consecuencia de la falta de acuerdo con los concejales sobre el aumento de tasa”.
Una propuesta de moratoria para los impuestos municipales, parece gestarse en el HCD. Esa iniciativa, si es considerada por el Ejecutivo, podría traer una nueva alternativa al contribuyente a la hora de afrontar la deuda que mantiene con el municipio, así también, desinflar la presión que le ejerce las inspecciones.