El jueves pasado se destrabó el conflicto entre camioneros, el municipio y la empresa. El arregló se llegó en una pequeña reunión, a puertas cerradas –luego de la puesta en escena, con medios incluidos- . Barrera, Comas y el enviado de Moyano se encerraron. Afuera quedaron Martino , Pereyra y el resto. Cuando salieron, del cuartito, el tema estaba solucionado. Lo que pasó allí dentro, solo el intendente y los dos sindicalistas lo saben. Pero una de las versiones más fuertes que corrían el fin de semana, es que el enviado desde la Central de Camioneros le habría dicho que Moyano quería hablar con él.
El martes a las 10 de la mañana, el líder camionero esperaría al intendente de Villa Gesell para ver que estaba pasando con sus “muchachos”.
Allí fue Barrera. No llegó solo. Lo acompañaba el veterano –y ya retirado- dirigente lucifuercista, Carlos Alberto Palacios. Como para apaciguar al titular de la CGT.
Del encuentro con Hugo Moyano se supo que hablaron sobre la situación que se vive en Villa Gesell. La falta de concreción de los compromisos asumidos la semana pasada y el futuro de EcoPlata.
Algo quedó claro, la municipalización del servicio no es una opción para el sindicato. Sobre qué hacer en el futuro, Moyano le habría dicho a Barrera que si decide terminarle el contrato a EcoPlata y llevar a otra empresa, él deberá garantizar no solo el futuro laboral de los trabajadores sino que el final de la relación con la actual concesionaria sea con todas las de la ley.
Las señales políticas que el intendente en el futuro inmediato será clave para saber qué decisión ha tomado la administración Barrera. Si cumple con lo prometido a los trabajadores y refuerza los vínculos con EcoPlata o bien comienza a trabajar en una recisión de contrato y en un nuevo pliego.