La maniobra fue realizado a través de un decreto firmado el 30 de julio ad referéndum del Concejo Deliberante. La concejal Cima explicó que “el decreto nunca llegó al Concejo Deliberante”.
Este dinero fue para abonar sueldos, ante la falta de fondos en la caja municipal para afrontar el pago de los salarios.
De acuerdo a la Ley, estos fondos no pueden ser utilizados para otros menesteres que no sean la educación, e incluso deben ser volcados para los arreglos y mejoras en escuelas y programas educativos.