El sábado, alrededor de las 22 horas, un camión con acoplado ingresó por el acceso norte de nuestra ciudad. Con lonas azules, lo que transportaba, era cubierto.
El pesado rodado, que el año pasado señaló estar al servicio del Ministerio de Acción Social -que es manejado por Alicia Kirchner- tomó por circunvalación y al llegar a la intersección con paseo 104, quedó encajado. Luego de algunos minutos, otro camión logró desencajarlo. De esa manera siguió su hoja de ruta.
Hubo un llamado al 911 que alertó sobre lo que estaba. Una patrulla de la comisaria Cuarta pasó por al lado del camión mientras estaba encajado, miró y siguió. Como si no tuvieran intención –o no podrían- intervenir; ni siquiera para pedirle la documentación para circular.
Ya con la lona de la caja abierta, pasadas las 23 horas, el camión estacionó en la zona de paseo 106 y avenida 22. En ese lugar, se encuentra la sede local de La Cámpora. Según vecinos del barrio, allí hubo movimientos hasta tarde.
El camión llegó. Claramente por una cuestión política, que mezcla al estado nacional, con la militancia y el estado municipal. ¿”Ayuda”? ¿“Clientelismo preelectoral”?
Todo muy poco claro. Como hace un año. Llegando de noche, un fin de semana. Métodos que abren a la polémica.