El derrumbe ocurrió en la madrugada del 29 de octubre de 2024, cuando la parte trasera del apart hotel se vino abajo y dejó nueve muertos. El inmueble, ubicado en la intersección de las avenidas 1 y Buenos Aires, había cambiado de dueño meses antes y estaba en plena remodelación de cara a la temporada de verano.
Entre los imputados figuran el arquitecto Jorge Enrique Bonavita y el contratista Rubén Osvaldo Taquichiri, quienes habían sido excarcelados bajo prohibición de salir del país. También se encuentran involucrados capataces, obreros y profesionales que intervinieron en las obras, además de los responsables de Parada Liniers S.A., la empresa que adquirió el edificio.
La causa se tramita en la Fiscalía N° 6 de Villa Gesell, actualmente a cargo del fiscal Juan Pablo Calderón, luego de que Verónica Zamboni dejara el puesto para pasar al fuero federal de Mar del Plata.
La abogada Graciela Bravo, representante de varias familias, aseguró que los trabajos para instalar un ascensor habrían comprometido la estructura: “Esa intervención quebró la estabilidad del edificio y explica por qué se inclinó hasta colapsar”. Por eso pidió que se cite a indagatoria a los dueños de la firma Parada Liniers y a las arquitectas Martha Ruth Pérez Schneider y María Paula Lagana.