El duelo es también una muestra de respeto y homenaje al primer Papa argentino y latinoamericano, cuyo legado de humildad, diálogo y compromiso con los más vulnerables ha marcado una época en la historia de la Iglesia y de la humanidad.
Acompañamos en el dolor a toda la comunidad católica y a quienes encuentran en su figura un símbolo de esperanza, paz y fraternidad.