En Villa Gesell, ciudad turística, a los 21 días del mes de junio del 2022, muy lejos de aquel 15 de octubre de 2021 (haciendo alusión al pedido para que se regularice la actividad de los manteros).
Creyentes y comprensivos que gobernar por medio de ordenanzas es la mejor manera de impartir democracia, nos alegra y celebramos como el Gobierno, cuando es de su interés, puede poner en funcionamiento todas sus herramientas para llevar a cabo políticas; pero nos entristece y rechazamos cuando éstas son netamente recaudatorias, lejos de las políticas turísticas, que de esta parte se ha intentado generar para el beneficio del sector que representamos y sin olvidar a nuestra querida Villa Gesell.
Al principio citábamos la fecha clave en la cual esta institución vislumbraba ante el HCD una actividad creciente, fraudulenta y no normada, a lo cual, por medio de notas, se pedía en una primera instancia, y luego se exigía, el tratamiento de una ordenanza que la regulara. Encontrándonos nuevamente con oídos sordos, por quienes tienen hoy, todos sus sentidos activos.
Por todo lo expuesto, solo nos queda entender que cuando los pedidos no tienen fines recaudatorios ni son de su interés, deben comprender la burocracia de un sistema obsoleto.