Hace un mes recibíamos la peor noticia. Un fiscal de la Nación que había formulado una grave denuncia y a horas de presentarse ante el Congreso de la Nación, era encontrado muerto.
El espanto, el desconcierto, el temor, el dolor y la sensación de que nuestra República estaba jaqueada nos invadió a todos los ciudadanos. Pero inmediatamente surgió con fuerza la idea de que no estamos dispuestos a vivir en una democracia con miedo.
Hoy desde cada lugar que nos toca ocupar reclamamos el derecho a la Verdad y la Justicia. Y fundamentalmente que el horror del crimen político no se vuelva a imponer en nuestro país.
Por eso este miércoles 18, los ciudadanos pacíficos, haremos un alto en nuestras tareas y en la Plaza Primera Junta desde las 18.00 hs, o en nuestras casas o lugares de trabajo, nos detendremos un momento para decir, con el poderoso mensaje del silencio que aturde, que no hay lugar en nuestra democracia para la muerte de Nisman.
Por estas horas escuchamos mensajes negativos de quienes aun les cuesta entender que los argentinos queremos vivir en paz, trabajar, estudiar, progresar, formar nuestras familias y cumplir los sueños personales y comunitarios sin presiones ni aprietes.
La sociedad que queremos es aquella en la que logramos consensos, en la que todos nos valoramos; en la que quienes no coinciden puedan hacerlo con honor y respeto por la opinión de otras personas.
Nuestra libertad está garantizada en la Constitución; pero en definitiva es el compromiso con ella lo único que la garantiza.
Seamos ahora nosotros, los Geselinos quienes junto al resto del país digamos: somos más, somos millones los que apostamos a un país que nos contenga y respete a todos y que sea esta la plataforma básica desde donde cumpliremos nuestros sueños.
